El cuadro femenino del Master Final no podía arrancar con más pólvora y con mayor sorpresa. Frente a frente en uno de los partidos, el más destacado del día, cuatro números 1; dos que lo fueron y que se convirtieron en la pareja más brillante durante varios años, sentándose cómodamente en el trono y sin oposición, Mapi y Majo Sánchez Alayeto, y dos que ahora manejan con mano de hierro, Alejandra Salazar y Gemma Triay.
Pero cuando la bola echa a rodar no hay estadísticas que valgan, son cuatro palas en pista y puede ocurrir de todo, como esta vez sucedió. Partido trampa en el que las nº1 cayeron y, desde luego, no ofrecieron su mejor versión.
El comienzo de las mañas fue arrollador, certero, sutil y contundente, todo eso para poner contra las cuerdas a Ale y Gemma con un 0-4 que encendía todas las alarmas y todas las preocupaciones en el banquillo de las máximas favoritas.
Fueron poco a poco viendo la luz, pero su recuperación era muy lenta y contrastaba con la energía que Mapi y sobre todo Majo derrochaban por la pista; estaban en todos los sitios, llegaban a todas las bolas, las devolvían con picante y, además, sin fallos. Así, consiguieron una ventaja que no dejarían escapar y que les permitió cerrar el primer parcial con un 3-6 que anunciaba que iban a por todas y que no bajarían el pistón.
Totalmente opuesto fue el inicio del segundo set, con las fuerzas más igualadas y el números más parejos, sin que ninguna dupla se fuse en el marcador, pero las Alayeto no se volvieron comodonas y se dedicaron a sestear en el choque sino que siguieron golpeando con insistencia y rompiendo hasta en dos ocasiones el saque de Salazar y Triay, quienes seguían sin hacer pie en la pista, incómodas y fuera de lugar. Tiraron de raza y de calidad para poner la igualada a dos pero a partir de ahí todo se paró para ellas y no pudieron fabricar más, mientras que las de Jorge Martínez se elevaron en el Madrid Arena y tocaron el cielo.
Al final, con una salida de pista impresionante de Majo para enviar la pelota a la red y hacer imposible su devolución, daban el golpe final. ‘Las Atómikas’ han vuelto, y lo han hecho por la puerta grande (6-3 y 6-2).
En el partido que se había celebrado por la mañana, el que inauguraba el último torneo del año, Marta Marrero y Lucía Sainz dieron cuenta, no sin bastantes problemas en el primer set, de Delfi Brea y Eli Amatriain, pareja de circunstancias y formada en exclusiva para este torneo, con la argentina jugando a la izquierda y sabedoras de que la ilusión era su mejor baza.
Con un break empezó el choque, favorable para Marrero y Sainz, que rápidamente era respondido por Eli y Delfi para volver a igualar el marcador, manteniendo esa paridad conforme pasaban los minutos y los juegos subían al luminoso. Hasta el décimo juego se mantuvo (5-5), pero en el undécimo, Lucía y Marta apretaron un poco más, subieron la intensidad y resquebrajaron la imperial defensa que hasta el momento mantenía Eli y que había logrado bloquear todos los tiros rivales.
Así, abrieron brecha con otro break y luego con su saque para poner el primero a su favor (5-7).
Y desde ese momento, no hubo partido. El segundo set fue un monólogo total de la canaria y la catalana, volando en la pista y sintiéndose muy cómodas en contraposición con las de Gaby Reca, quienes sufrían cada vez más para sostener el choque y no hincar la rodilla. Pero no fue posible, un comienzo nefasto se convertía en un 0-4 y luego en un doloroso rosco (5-7 y 0-6) les despedía como pareja y les daba unas merecidas vacaciones.
Para este viernes tenemos dos grandes partidos. Por un lado el de Patty Llaguno y Virginia Riera ante Aranza Osoro y Victoria Iglesias a las 12 de la mañana y por la tarde a partir de las 17 horas, Bea González y Martita Ortega ante Ari Sánchez y Paula Josemaría.
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