Se acerca todavía más la posibilidad de nº1 para Paquito Navarro y Martín Di Nenno. En otro ejercicio de pádel sublime, crecimiento y consolidación, se imponían en su semifinal de México, quedándose a solo una victoria del ansiado objetivo.
Igual que ocurriera no hace tanto con Gemma Triay y Lucía Sainz, quienes realizaron un final de temporada excepcional, el andaluz y el argentino están reventando todos los registros, alcanzando su octava final consecutiva y esgrimiendo un nivel de regularidad y solvencia al alcance de muy pocos ahora mismo. De hecho, si no fuera por ‘Sanyo’ Gutiérrez y Agustín Tapia y obviamente por Ale Galán y Juan Lebrón, los tres títulos que poseen Paquito y Martín serían unos cuantos más y su dominio sería todavía más aplastante.
Pero antes de hablar de ellos y de su rendimiento en el torneo americano hay que destacar también el papel de Franco Stupaczuk y Álex Ruiz, que pelearon en un gran choque contra Miguel Lamperti y Miguel Yanguas, el sol, los mareos, las bolas sin presión, la altura, el pádel mucho más lento y el desgaste físico.
Llegaban especialmente cansados ‘Los Migueles’ dado que tanto en 1/16 como en 1/8 sus partidos se habían tenido que resolver a tres sets, pero eso no fue excusa para que en el inicio salieran a morder como pocas veces se les ha visto, dejando inoperantes a Stupa y Álex con dos breaks abajo y un 4-0 de salida. Hasta el quinto juego no logró el argentino y el andaluz abrir la lata pero para entonces ya era tarde, pues Lamperti y Yanguas iban lanzados en pos de la victoria y de sellar (al menos Lamperti) su presencia en el Master Final (2-6).
Pero a partir del segundo el partido se inclinó también para el otro lado y los de Carlos Pozzoni mostraron otra cara a pesar del parón que sufrió el duelo por el malestar de Álex, que tuvo que ser atendido debido a unos mareos, quedando todo afortunadamente en una anécdota. Ruiz y Stupa defenderían con más premio sus servicios y lograban ahora ellos dos breaks que les situaba 5-2 en el marcador, devolviendo el golpe libra por libra e igualando la semifinal.
Quedaba uno, pero ahí de nuevo hubo solo una pareja sobre la pista. Ni Lamperti ni Yanguas pudieron aguantar la presión que ejercían Álex y Franco y sólo a base de destellos puntuales ofrecían argumentos al público para que les aplaudieran; estaban muy justos de físico e incluso tuvieron que pedir también asistencia médica. No encontraron la forma de frenar la sangría y, con varias roturas en contra, terminaron por entregar la posibilidad de estar en la final (2-6, 6-2 y 6-1) en el que hubiera sido, de largo, su mejor resultado este año.
En la otra semi, el señor Di Nenno y don Paco, asaltaron la banca. Ante dos rivales llenos de confianza como Juan Tello y Fede Chingotto, fueron limpiando y minando poco a poco, con precisión de arqueólogo, la piedra, hasta encontrar el yacimiento y el premio, que supone seguir escalando y presentar una candidatura total.
Paquito y Martín ponían cada vez en más apuros el servicio de la dupla argentina hasta que, en el quinto juego, abrieron la lata con un beak que después ampliarían con su saque y con otro break en el séptimo para poner pies en polvorosa y cerrar a su favor la primera manga. EL primer paso ya estaba dado (3-6).
Lejos de conformarse, en el segundo abrían de nuevo el libro por el capítulo de las roturas y conseguían otra nada más empezar, lo que les ponía con suma tranquilidad al frente de la eliminatoria y les permitía manejar con solvencia las acometidas de Chingotto y Tello, intensos y descarados como siempre pero faltos de esa pizca de suerte que suele desestabilizar este tipo de partidos.
Lo lograron por fin en el octavo juego, poniendo el 4-4 en el luminoso pero a ello respondían Paquito y Martín, los de Rodri Ovide, con un contrabreak y asegurando su saque para cerrar, tras más de dos horas de duelo, el partido, con un 3-6 y 4-6 que les acerca un poco más a su sueño de conseguir el liderato del ranking y a una remontada colosal.
La final, entre Álex Ruiz y Franco Stupaczuk por un lado y Paquito Navarro y Martín Di Nenno por el otro, a partir de las 14 horas (+7 horas en España). En juego, el último Open de la temporada y también el nº1.
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