Una remontada como pocas se han visto, con el público en pie, apelando a la heroica, a la intensidad y emoción de este deporte en su máxima expresión. Porque el pádel es grande por días como este, por partidos de este calibre, más allá de las sombras que en ocasiones le acompañan. Esto es el verdadero pádel.
Y nos lo enseñaron los números 1, Juan Lebrón y Ale Galán, así como ‘Sanyo’ Gutiérrez y Agustín Tapia, quienes llegaban tras superar el K2 de Fernando Belasteguín y Arturo Coello pero se plantaban ante un nuevo ochomil, el Everest, la más difícil de todas.
Eso sí, lo hacían sin nada que perder y con cero presión, lo que quizá les ayudó a sacar una de las mejores versiones de cada uno de ellos que, combinadas, fueron capaces de lucirse.
Se iniciaron las hostilidades con un break de Lebrón y Galán al que rápidamente respondieron los argentinos, igualando en el quinto juego todo, tónica que continuó hasta el noveno, donde ahora eran ‘Sanyo’ y Tapia los que lograban otra rotura de servicio y ponían su nombre por delante en el partido (3-6).
Y desde ese momento, ‘Sanyo’ se encendió, sacó su varita y empezó el recital; conforme pasaban minutos, su incidencia en el juego era mayor, tanto en su lado de la pista como en el contrario, a pesar de que los chicos de Mariano Amat, sufriendo y apretando los dientes, fueron capaces de recuperar el timón de la nave y, con un quiebre decisivo en el décimo juego, conseguir la igualada que llamaba a filas a un tercer set que se antojaba apoteósico. Como terminó siendo.
Puntos increíbles, recuperaciones imposibles y una entrega total que les fue llevando a los cuatro irremediablemente, al tie break, donde ‘El Mago’ de San Luis ya fue dueño y señor de todo lo que pasaba por su lado, al tiempo que Lebrón acumulaba errores impropios de su calidad.
Esa disparidad provocó que Tapia y su acompañante se pusiesen en órbita en el desempate y llegaran incluso a ponerse 0-3 y luego 1-5, para cerrarlo en medio de una ovación total del respetable sueco tras un remate de Lebrón en paralelo que, a la vuelta, sacaba de la pista x4 Tapia de espaldas, con un certero golpe de muñeca (6-3, 4-6 y 7-6). Espectacular.
El último duelo del día enfrenaba a una de las parejas revelación del torneo, Adrián ‘Tito’ Allemandi y ‘Coki’ Nieto, contra una dupla que, a fuerza de entrenar y trabajar día tras día, ha conseguido convertirse en todo un seguro de vida, en un equipo que derrocha espectáculo, recursos y carisma, Paquito Navarro y Martín Di Nenno.
Un choque entre dos estilos bien diferenciados pero que se parecen en una cosa: ninguno negocia el esfuerzo ni el compromiso, lo entregan todo desde el principio y hasta el final.
Así, dándolo todo, comenzaron los cuatro el partido, con máxima igualdad hasta que Paquito y Martín se arrancaron, con el público de su lado, a sacar a pasear no solo su acierto, sino también su contundencia. La pista poco a poco se puso de su parte gracias a una actividad constante, a no pararse nunca y devolver siempre una bola extra, a no bajar ni una sola revolución el motor; con ello y con un break en el quinto juego (2-3) se pusieron por delante, ampliando posteriormente la ventaja hasta meterse en los bolsillos el primer parcial (2-6).
Siguió el mismo camino la segunda entrega, pero esta vez marcando la diferencia mucho antes, ya con el primer saque, impidiendo que Allemandi y Nieto se vinieran arriba y se creyesen que podían alargar el partido al tercer set. No será porque no lo intentaron de todas las maneras posibles, pero Paquito y Martín no estaban por la labor, y volvieron a cerrar el segundo set con el mismo resultado que el primero (2-6 y 2-6).
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