No sabríamos cuál de los dos duelos destacar. Uno por lo apretadísimo del marcador y el otro por lo que supone en lo anímico, en lo moral y en la estadística: derrotar a los números 1. Dos partidos increíbles que levantaron incansablemente al público de sus gradas y que hicieron que se marcharan a casa con las manos rojas de tanto aplaudir.
En el primero, hubo una línea muy fina que separó a vencedores y vencidos, una línea que podría haberse situado a cualquier lado, pero que eligió a Paquito Navarro y a Martín Di Nenno por encima de Fernando Belasteguín y Arturo Coello.
Navarro y Di Nenno llegaban con ganas de colarse en otra final, mientras que Bela y Coello buscaban otro pasito más en su crecimiento y demostrar que la apuesta era sinónimo de éxito, y lo lograron a pesar de la derrota. Porque el talento de Coello unido a la sabiduría de un incansable Bela puso en mil y un aprietos a Paquito y Martín en un primer y un segundo set igualadísimos, en los que ambos tuvieron alternativas para ganar y en los que únicamente dos tie breaks que fueron a parar al mismo lado, decantaron el duelo.
Los cuatro jugaron de manera espectacular, ofreciendo al público un choque de titanes en el que ninguno bajó un ápice la entrega y las revoluciones, cada uno con su estilo pero siempre peleando y dejando para el último segundo de partido un punto colosal ganado desde fuera de la pista por un Di Nenno que estuvo imperial en el segundo desempate, con acciones dignas de ver una y otra vez y echándose a sus jóvenes espaldas todo el peso del partido para terminar accediendo a una nueva final por 6-7 y 6-7.
En el duelo de por la tarde, Álex Ruiz y Franco Stupaczuk lograron lo que muy pocos esta temporada, hacer hincar la rodilla a Ale Galán y Juan Lebrón. Más mérito que nunca tiene si tenemos en cuenta que llevaban dos torneos invictos, dos títulos seguidos y que estaban navegando con el viento totalmente a favor, con un juego más pulido que nunca y un físico inquebrantable en esta parte final del año.
Y lo hicieron con amplitud y mucha seguridad, en uno de sus mejores, sino el mejor, partido del curso, contestando a las continuas embestidas de Galán y Lebrón con igual intensidad y, sobre todo, con acierto, pues no es fácil jugar al mismo ritmo que ellos y hacerlo consiguiendo puntos y sin errar.
De hecho, en los primeros 45 minutos que duró el set inicial, ambas duplas se rompieron el servicio, estuvieron igualadas y se midieron una y otra vez, pues de sobra se conocen, y siempre buscaban los puntos débiles de los adversarios; no sería hasta el noveno juego cuando Stupa y Ruiz lograban volver a romper el saque del andaluz y el madrileño para hacerse con la primera manga (4-6).
Y en el segundo llegó su éxtasis. Enfriaron totalmente cualquier reacción de Galán y Lebrón, especialmente de este que, incombustible, recorría toda la pista buscando echarse el partido a las espaldas y dinamitar el marcador, pero un Álex Ruiz tremendamente serio y acertado en todas las facetas del juego y un Franco Stupaczuk que mandaba por arriba con soltura, lograron hacerse con dos breaks que complicaban sobremanera la remontada hasta que, con un marcador más que amplio y sorprendente (4-6 y 2-6) certificaban su pase tras imponerse a los mejores de la competición.
Final entre dos españoles y dos argentinos mezclados en las parejas. Un duelo entre los eternos aspirantes este año con Álex Ruiz y Franco Stupaczuk contra Paquito Navarro y Martín Di Nenno.
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