El último torneo del circuito Challenger se despedía de la temporada este domingo con una gran final. Una temporada que ha sido la de su resurgimiento, confirmación y crecimiento, la de una clara apuesta por un »circuito de impulso», una Liga B o de desarrollo, como prefieran ustedes llamarlo, que no ha de servir para otra cosa que no sea seguir haciendo crecer el pádel y ser empleado como un trampolín para las jóvenes promesas y otras no tan jóvenes de cara a foguearse y seguir ascendiendo hasta llegar con más rodaje a la »primera división».
En este caso el cuadro femenino recibía a dos parejas que se conocen a la perfección: por un lado las nº1 del Challenger como son Carolina Navarro y Eli Amatriain y por el otro las grandes referentes este año de la competición, las vigentes campeonas de La Nucía, Jessica Castelló y Alix Collombon.
La final comenzaba con una Jessica Castelló y una Alix Collombon mucho más inspiradas sobre el 20×10. La fortaleza en el ataque y la seguridad en defensa que estaban llevando a cabo era más que suficiente para conseguir pronto un break en el marcador que les daba la ventaja suficiente para, cada vez, hacerse más fuertes y llevarse la primera manga con un 6-3.
La experiencia de Navarro y la picardía de Amatriain tenían que hacer presencia en Alfafar si querían seguir llevando la final al tercer set, pero nos equivocábamos. Castelló sacaba su lado más agresivo para culminar una actuación casi perfecta junto a su compañera gala, que no fallaba y apenas concedían errores. Con un 6-2 cerraban el partido y conseguían su segunda corona Challenger de la temporada. El trofeo de campeonas llevaba su nombre, redondeando así un magnífico año para ellas.
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