Ya están definidas las semifinales del Menorca Open en categoría femenina. Con resultados iguales dos a dos, dos choques de marcador amplio y dos choques de pelea total, para certificar la antesala de la final.
Hablando en primer lugar de los partidos »fáciles», de los que no subieron en exceso la cuota de sufrimiento, citar en primer lugar el »trámite» (otro más), de Gemma Triay y Alejandra Salazar para superar a Carolina Navarro y Eli Amatriain. Las de Manu Martín lo intentaron por todas las maneras y los métodos posibles, metiéndole garra al partido, apretando y buscando siempre las cosquillas de las números 1, pero ni por activa ni por pasiva.
Gemma y Ale no se desviaron de la hoja de ruta y con sendos 6-3 colocaron su nombre en la siguiente fase en apenas hora y cuarto de partido.
Más amplio si cabe fue el marcador cosechado por Lucía Sainz y Marta Marrero en su segunda etapa juntas. Parece que han casado bien y que se encuentran muy cómodas pues lograron anotarse un 1-6 y 2-6 ante Marta Talaván y Lorena Rufo sin apenas despeinarse.
Y entonces se vino la pelea. Parte 1. Aranza Osoro y Victoria Iglesias se las veían con Delfina Brea y Tamara Icardo, un duelo por la victoria y por acercarse más todavía en el ranking.
En ese cara a cara empezaron mejor Delfi y Tamara, con un 0-4 que campeaba en el luminoso en apenas 20 minutos y con la sensación de que, sin dar el 100%, conseguían puntos fáciles. De ahí se pasó al 1-6 y primer pasito dado.
Sin embargo, todo cambió en el segundo, pasando a dominar la argentina y su compañera andaluza con solvencia, siendo ahora ellas las que tomaban la delantera con un 4-1 y que, pese a las molestias de Iglesias, lograban cerrar a su favor.
En el tercero y definitivo la batalla subió el nivel y adquirió el tinte de igualdad que no había tenido hasta el momento, poniéndose Aranza y Victoria 2-0 pero viendo en seguida cómo les igualaban, llegando al décimo juego totalmente parejas (5-5); en ese momento, era Aranza Osoro la que sentía unas molestias en el cuello tras un golpe y que, antes que forzar, prefería retirarse, dando el acceso a semis a las oponentes (1-6, 6-2 y 5-5).
Y quedaba otro partidazo en ciernes. Las dueñas del último Challenger, Ana Catarina Nogueira y Sofia Araújo, contra una pareja muy joven, nueva pero que ya sabe lo que es defender intereses comunes y que se conocen a la perfección, Bea González y Martita Ortega.
El duelo comenzaba con las cuatro pistoleras nerviosas y sin confianza en su saque, tan poca que se vieron no una, ni dos, ni tres, sino hasta cinco roturas de servicio seguidas hasta que, en el sexto juego, Ana Catarina y Sofia lograban poner pie y asegurar el suyo para obtener una cómoda ventaja (4-2) y marcharse decididas a por el marcador. Tras conseguirlo (6-2), empezó el show de Martita y Bea.
Tremenda vuelta de los banquillos la suya, mucho más metidas y sacando a relucir la pólvora de la andaluza y el control de la madrileña, tejiendo una tela de araña que enredó a las portuguesas, cediendo estas en dos ocasiones su servicio y viéndose muy abajo ahora en el marcador (1-3), no pudiendo ni siquiera hacer más juegos, pues González y Ortega siguieron y siguieron hasta el 1-6 que volvía a dejar todo como al principio.
Y en el tercero, de nuevo las favoritas por ranking mostraban su mejor versión y volviéndose inalcanzables para las rivales, con menos ritmo y menos acierto, para claudicar a las primeras de cambio, también más cansadas tras el desgaste del torneo de la semana anterior. Al final, el largometraje concluyó con un 6-2, 1-6 y 2-6.
Todo ello significa que Gemma Triay y Alejandra Salazar se las verán con Delfina Brea y Tamara Icardo en uno de los partidos y en el otro, el morbo total, pues se verán cuatro excompañeras, con Martita Ortega y Bea González contra Lucía Sainz y Marta Marrero.
¡La emoción está servida!
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