Semifinales descafeinadas en lo que al cuadro femenino se refiere. Se esperaba pelea, mucha igualdad y puntos largos, partidos disputados y muchos aplausos, pero los aficionados únicamente pudieron celebrar en sus asientos la victoria de una de las parejas, toda vez que en el duelo de por la tarde, la cosa terminó antes de tiempo.
Gemma Triay y Alejandra Salazar se veían con las »renacidas» Patty Llaguno y Virginia Riera, quienes volvían a instancias tan altas tras un comienzo fantástico de temporada pero tras navegar después con demasiada mar en contra y no poder brillar tanto. Regresaban a unas semifinales y por eso se esperaba mucha batalla, pero prácticamente solo hubo una dupla sobre la central.
Con un 6-3 y 6-2, las números 1 del ranking solventaron su partido sin contratiempos, esperando pacientes su momento, que llegó en el sexto juego, cuando lograron romper el servicio de Patty y Vir para poner un 4-2 que sería definitivo. Esa ventaja sirvió para que en los dos siguientes juegos, cerraran el primer set.
El segundo, más de lo mismo pero desde su inicio. Roturas de servicio en uno y otro bando, con dos para Ale y Gemma y una para Riera y Llaguno, que ya se vieron desde ese momento por debajo y sin capacidad de reacción. Las de Rodri Ovide mandaron con total mano de hierro y del 2-1 pasaron al 5-2 con una Alejandra en plan estelar que, acto seguido, puso el definitivo 6-2.
Lamentablemente, la otra semifinal no pudo terminar. Lucía Sainz y Bea González se veían con Mapi y Majo Sánchez Alayeto en un duelo de máxima ilusión para las cuatro, pues deseaban con todas sus fuerzas estar en la final, territorio que no pisaban desde hacía bastante. Pero una lesión impidió que los aficionados disfrutaran del espectáculo cuando el choque iba 1-4 en favor de las mañas.
Las hermanas Alayeto tenían que retirarse al notar Majo un pinchazo en el tendón de Aquiles-sóleo tras salir corriendo de pista a por una pelota que remataba Bea; pidieron atención médica pero la juez árbitro no se lo concedió a pesar de que incluso el entrenador rival, Gaby Reca, decía claramente que por él »no había problema» (algo inexplicable por mucho que el reglamento no contemple parar el juego por sobrecarga, tirón o rotura hasta que acabe el juego), lo que sin duda es una vergüenza absoluta, porque lo único que se consigue es que un jugador/a se dañe aún más, su lesión sea más grave y pueda romperse del todo; aun así siguieron jugando al no poder pedir fisio hasta el cambio de lado (3-4), hasta que por precaución y tras ser atendida y vendada, prefirió no forzar, sino decir adiós a la competición y ya este próximo lunes hacerse pruebas médicas para conocer el alcance de la lesión y si esta le va a permitir estar en el torneo de Lugo, algo que sin duda deseamos.
Así pues, Gemma Triay y Alejandra Salazar se pelearán con Lucía Sainz y Bea González por el título de Maestras en Barcelona a partir de las 10 de la mañana.
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