Hay veces en las que una victoria vale doble, y esta ha sido una de ellas. Álex Ruiz y Franco Stupaczuk han conseguido conectar su mejor versión en Cerdeña, tras la vuelta del argentino una vez superado el COVID-19 que le impidió estar presente en el anterior torneo. Ha regresado por la puerta grande.
Le echó en falta su compañero, Álex Ruiz, en Cascais, donde formó con Ernesto Moreno sin demasiado premio, pero una vez que el team se ha unido de nuevo, las sensaciones han sido inmejorables. Victoria doble, como decimos, porque supone la primera para ellos como pareja y la primera también en el actual circuito profesional para Álex Ruiz.
Delante tenían a dos caballos de batalla como Paquito Navarro y Martín Di Nenno, una pareja inmensa que ya había sido capaz de dejar por el camino a los números 1, pero no se conformaban con eso y querían más, también querían el título, pero se quedaron muy, muy cerca.
En una final inédita hasta ahora en lo que llevamos de temporada, arrancaron midiéndose para ver por dónde flaqueaba cada uno, pues el físico llegaba maltratado tras la doble sesión del domingo (especialmente el de Álex y Franco, quienes necesitaron tres sets para eliminar a Pablo Lima y Agustín Tapia por la mañana), pero ninguno daba muestras de ello, y hasta el 2-2 ambos barcos navegaban con calma.
Fue a partir de ese momento cuando comenzó la tormenta, protagonizada por los chicos de Carlos Pozzoni; se echaron el partido a las espaldas y nadie pudo pararles. Álex aprovechaba al máximo las condiciones de la pista para traerse la bola con uno, dos, tres, cuatro…remates y golpear sin piedad, mientras que Stupa protegía las espaldas y daba también latigazos de vez en cuando. Así, del 2-2 se pasó a un 2-6 que acercaba aún más el título para ellos.
Reaparecieron los protagonistas en la pista y la reacción no se hizo esperar. Paquito y Martín rompían el servicio rival (1-0) y conservaban el suyo (2-0), pero de nuevo todo se volvió a igualar ante la rápida respuesta en los dos siguientes (2-2) y justo después, se volvía a desnivelar pero hacia el otro lado, pues Stupa y Ruiz eran ahora los que respondían con un break y conservando su saque (2-4).
Toma y daca constante en el que cada vez se veía más enchufados a Martín y a Paquito, pues la temperatura bajó y la bola ya no volaba tanto como al principio, pudiendo así contrarrestar el empuje por alto de los oponentes. Aprovecharon esa circunstancia y llegaron igualados hasta el décimo (5-5) para después pedir hora en el tie break, sentencia total.
El desempate sería favorable al malagueño y al chaqueño, que reían, gritaban y se abrazaban en la central de Cerdeña con la victoria (2-6 y 6-7). Un estreno ilusionante, ante una pareja enorme que también buscaba premio, pero el suyo tendrá que esperar. Álex y Stupa, por el momento, ya se han estrenado y ahora irán a por más.
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