Parece que este cuadro final de Cascais se ha propuesto convertirse en un torbellino de emociones y de resultados inesperados y es que vamos a sorpresa por día. Si el miércoles ya contamos la eliminación de los cabezas de serie número 2, ahora se despiden los integrantes de otra pareja de la parte alta.
Es cierto que era una dupla de circunstancias, que hacía mucho que no jugaban juntos pero por nombre estaban llamados a, como mínimo, llegar a cuartos y pelear por estar en semis, pero han tenido que decir adiós en su debut. Hablamos de Álex Ruiz y Ernesto Moreno.
Esta unión, que se daba debido a la baja por enfermedad de Franco Stupaczuk, juntaba a dos malagueños en lo alto del circuito profesional, viéndose las caras con Adrián Blanco y Javi Martínez, a quienes su mayor rodaje (proceden de las previas) les ha ayudado sobremanera, pues sabían sacar fuerzas de flaqueza y golpes de la recámara para darle la vuelta al set en contra con que se vieron en el inicio, un inicio muy igualado pero que después se tornaría solo de su color.
Al 4-6 inicial, como decimos, se le cambió la cara, la vestimenta y todas las sensaciones positivas que traían Ruiz y Moreno, para convertirse en un monólogo cada vez más aplaudido de Javi y Adrián, solventando todos los problemas que les iban proponiendo desde el otro lado de la red y saliendo con más contundencia a flote, tornando ese 4-6 en un 6-4 y un 6-1 que les daba el pase a octavos de final y el merecido aplauso por la cima conquistada.
Sin muchos problemas, Ale Galán y Juan Lebrón dominaron en su inicio en la competición a Lucas Campagnolo y Lucas Bergamini en un duelo que sobre el papel se antojaba complicado pero que supieron resolver haciendo uso de su pegada y su físico (6-3 y 6-4). Más comodidad todavía para Miguel Yanguas y Miguel Lamperti quienes, en su camino de crecer todavía más y afianzarse superaron a una dupla que no está en su mejor momento y que todavía busca encontrarse, aclimatarse y dar ese salto de calidad conjunta que individualmente aporta cada uno de ellos, Ramiro Moyano y Uri Botello (6-2 y 6-2).
Maxi Sánchez y ‘Lucho’ Capra no tuvieron demasiada piedad con los wild card locales, Diogo Rocha y Pedro Graça y con un doble 6-1 les dieron un buen revolcón de realidad, mientras que Edu Alonso y Jesús Moya necesitaron exprimirse y no perder de vista el partido en ningún momento ante los combativos Christian Fuster y Javier Glez Barahona, pareja que les puso en muchos aprietos y les obligó a ir a un tercer set (6-2, 6-7 y 6-3).
Fede Chingotto y Juan Tello superaron el trámite que tenían con Antón Sans e Íñigo Zaratiegui, dos jugadores que siempre suelen complicar cualquier inicio, pero esta vez los argentinos entraron muy concentrados a pista y sabiendo que no podían dejarles una sola oportunidad (6-2 y 6-1). Igual hicieron Paquito Navarro y Martín Di Nenno, estrenando ambos ‘look’, para imponerse a Miguel Semmler y Francisco Leal por un 6-4 y 6-3 al tiempo que Raúl Marcos y Javier García Mora se imponían en su partido a Javier Valdés y Agustín Gutiérrez en una pelea en la que el ranking no hizo la justicia que suele y quiso dar una sorpresa (7-5 y 6-2).
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