Ninguna de las cuatro parejas de más alto ranking ha dejado lugar a las dudas o la especulación, han cerrado las puertas y se han fortificado en su posición de dominio para hacerse, todas ellas, con un hueco en las semifinales. Querían un día tranquilo y lo tuvieron, una jornada sin excesivo desgaste y se les dio.
En los siempre sorpresivos cuartos de final, donde en incontables ocasiones salta la banca y vemos alguna debacle de los y las favoritos/as, esta vez todo se mantuvo bajo control; nadie quiso levantar la voz más de lo estrictamente recomendado y en una especie de pacto entre caballeros (damas en este caso), se permitió que todas se clasificaran.
Las primeras en conseguirlo fueron Eli Amatriain y Carolina Navarro en otro partido en el que dejaron a sus rivales prácticamente sin anotar; solo tres juegos cedieron en los dos sets que disputaron ante Sandra Bellver y Claudia Jensen, quienes esta vez no pudieron imponer su juventud a la veteranía de las cabezas de serie número 1.
Casi el mismo resultado lograron Carla Mesa y Mari Carmen Villalba sobre Esther Carnicero y Cecilia Reiter. En su caso fue un doble 6-1 que vuelve a demostrar que se han conjugado muy bien y que su juego, hasta la fecha, está siendo muy efectivo.
Alix Collombon y Jessica Castelló siguen de dulce en los Challenger y lo demostraron ante Carmen Goenaga y Beatriz Caldera, otra dupla que, por juventud, calidad e ilusión siempre va en claro ascenso, pero esta vez no pudo con el mayor físico de la francesa y con la capacidad resolutiva de Castelló (6-2 y 6-4).
Por último, Marta Talaván y Lorena Rufo fueron las únicas que tuvieron un partido apretado, pues se vieron en serias dificultades ante Nuria Vivancos y Julieta Bidahorria quienes, pese al escasísimo rodaje juntas, han acoplado sus respectivos juegos y se han convertido en una de las gratas sorpresas de la prueba.
La argentina y la española, sin nada que perder, renunciaron a quedarse atrás y buscar sus oportunidades sobre los errores de las rivales y se fueron rápidamente a la red a presionar, pero se toparon con una pareja que sabe aguantar y jugar muy bien a la contra, que ralentiza el ritmo y que lleva el partido a su terreno y así, el choque se convirtió en un intercambio constante de golpes que finalmente vio cómo Talaván y Rufo se lo llevaban por 4-6 y 5-7 pero con una excelente actuación de Bidahorria y Vivancos.
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