No cabe duda que se están convirtiendo en una de las parejas revelación de este curso en el apartado femenino. Es verdad que les separa la distancia entre Madrid y Valencia, pero les une la juventud, las ganas y la ilusión que tienen por triunfar en este deporte. Tamara Icardo y Delfina Brea han vuelto a subir otro peldaño, otro escalón más en pos de la cima del pádel con un Master de supervivencia y sufrimiento.
Tenían ante sí un auténtico ochomil, el coloso que forman Gemma Triay y Alejandra Salazar, una de las parejas con más recursos tanto en defensa como en ataque del actual circuito, pero en ningún momento se dejaron llevar por tener los deberes hechos, querían más, y guiadas desde el banquillo por todo un maestro como Gaby Reca, supieron asentarse en el partido y hacer daño.
Los excesivos errores de Gemma y la intermitencia de Alejandra, ambas espesas y sin la claridad de ideas de otras veces contrarrestó con el excelente partido que ofreció Icardo, explotando cual géiser al lado de una Delfi mucho más madura y sabedora de qué hay que hacer y cuándo hay que hacerlo, sosteniendo a la perfección el arma más letal de Salazar: la bandeja.
La española y la argentina comenzaron mandando ante una pareja que acostumbra precisamente a eso, insistiendo e insistiendo una y otra vez y creando confusión y generando demasiados errores que únicamente eran contestados a base de arrebatos esporádicos que, aun así, les permitían mantenerse a flote a las números 1. En el octavo juego se manejaban tablas, pero apareció un plus más de juego de Tamara y Delfi y, con un par de fogonazos y apretando al resto, lograron hacerse con la primera manga.
Volvían del banco manejando el mismo acierto las dos jóvenes mientras que seguían jugando a la contra Ale y Gemma, que llegaron a verse 4-1 abajo y luego 5-2, ya con todo prácticamente perdido, pero entonces Rodri Ovide dio con la tecla y empezó a empujar hacia el fondo de la pista a Icardo y a Brea, entrando más con la volea y aplastando la bola en una pista que está rara, no es ni lenta ni rápida, la bola no termina de salir y se están viendo muchísimas sorpresas por esto mismo. Eso devolvió la igualdad al luminoso (5-5) y los nervios a Delfina y a Tamara, ahora intimidadas para poder cerrar el partido, tanto, que necesitaron pedir tiempo para ir al tie break.
En esa suerte dispar, recuperaron la confianza las de Reca para, con rapidez y autoridad, cerrar también el segundo (4-6 y 6-7) y dar una de las grandes sorpresas del torneo.
Resurrección esperada y muy, muy necesaria de ‘Las Martas’. Ya les tocaba a Marrero y Ortega decir »aquí estamos» y plantarse en las rondas en las que más habituados estamos a verlas. Desde luego, su comienzo de año no ha sido nada bueno, sin resultados y en ocasiones hasta sin juego y prueba de ello es que es la primera vez que alcanzan las semis.
Eso sí, sufrieron de lo lindo para dejar fuera a una pareja que siempre sale a cuchillo y con ganas de destrozar cualquier defensa, Mapi y Majo Sánchez Alayeto, en el partido que sin duda y sobre el papel, era el más comprometido del día. Así lo demostró el propio partido y la intensidad que las cuatro pusieron en la pista del club, ofreciendo mucha solidez la madrileña y la canaria ante el empuje de las hermanas. Las cuatro intentaban buscarse las cosquillas y abrir las respectivas defensas y en el primero, las que únicamente lo consiguieron fueron Ortega y Marrero en la parte final, logrando un solitario break que les puso por delante.
De nuevo paridad y mucho desgaste en el segundo envite, con alternativas para los dos lados pero sin terminar ninguna dupla de tomar las riendas hasta que el tie break hizo de juez y con un 6-4 y 7-6, Marta Marrero y Marta Ortega lograban alcanzar las primeras semis del curso.
Las que más fácil lo tuvieron de nuevo o al menos las de mayor distancia en el marcador fueron Lucía Sainz y Bea González. Segundo partido consecutivo dominando con suma autoridad, en este caso ante Bárbara Las Heras y Carla Mesa que seguramente llegaban con el depósito de combustible ya en la reserva por el partido tan largo de octavos ante Aranza Osoro y Victoria Iglesias, y eso, ante una pareja con el físico de Sainz y González, se acaba pagando (3-6 y 1-6).
Algo más de pelea plantaron Ari Sánchez y Paula Josemaría ante Virginia Riera y Patty Llaguno, pero no fue suficiente para quitar de la ecuación a las de Neki Berwig, que siguen surfeando con calidad y tesón la ola y se mantienen a un nivel altísimo. Y es que están en un nivel de juego y de físico muy alto y eso se nota en los tiros que intentan y les salen, en la actitud, en las ganas, en el ritmo que marcan en sus partidos.
Ante las más jóvenes de la parte alta del ranking empezaron muy fuertes y aunque poco después la contienda se igualó (5-5), la parte final del set estuvo marcada por el control que ejercía la argentina Riera sobre la bola, lo que abrió la pista y permitió que Llaguno definiera como suele; y en el segundo, se mantuvo esa inercia ganadora que les permitió abrir una gran brecha (1-5), aguantar la resistencia de Paula y Ari para acercarse en el marcador y finalmente cerrarlo a su favor (5-7 y 4-6).
Las semis quedan, a partir de las 10 de la mañana, de esta manera:
Delfina Brea – Tamara Icardo vs. Marta Ortega – Marta Marrero
Virginia Riera – Patty Llaguno vs. Lucía Sainz – Bea González
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