Sorpresón en el cuadro femenino por haber quedado fuera de la pelea por el título las números 1, Alejandra Salazar y Gemma Triay. La gran pareja favorita a este y a prácticamente todos los entorchados del año fallará a su primera cita. ¿Las culpables? Lucía González y su determinación y Bea González y ese talento infinito que atesora.
Apunten bien, más de 3:15 horas de partido, o mejor dicho, partidazo que culminó con la alegría enorme y las sonrisas de Lucía y Bea en el centro de la pista tras tres parciales increíbles, de muchísimo desgaste ante dos rivales que también lo merecieron, que sin ser su mejor partido sí que pudieron hacerse con la victoria (ojo al día en el que les salga todo).
Intercambio de breaks para darse la bienvenida al encuentro, locura sin dominio hasta el décimo juego. Ahí, Gemma y lucía abrieron el arsenal y sacaron la artillería pesada y a base de descerrajar tiros, consiguieron abrir brecha y evitar el tie break.
Suerte que no se iba a poder esquivar en el segundo, donde volvió la igualdad máxima pero ahora con cada pareja conservando su servicio, todo lo contrario que en el primer envite. Eso sí, Gemma y Ale tenían la opción, en el cuarto juego, de romper con un 0/40 pero terminaron por desaprovecharla, no así en el sexto, donde sí obtuvieron premio. Esa pequeña renta les iba a durar muy poco, pues Lucía y Bea les devolvían la jugada en el siguiente. No obstante, las chicas de Rodri Ovide se fabricaron hasta cuatro bolas de partido pero una tras otra las desperdiciaban y por ende se marchaban al tie break donde Sainz y González se mostraron más certeras y seguras en su tiros, especialmente la jovencísima andaluza, igualando así el luminoso.
Batalla campal en el tercero, con intentos constantes de rotura de servicio que no llegaban a buen puerto hasta que emergió la muñeca mágica de Bea González. La jugadora de Málaga emergía cual titán y, apoyada magníficamente por la garra que siempre exhibe Lucía Sainz, daba rienda suelta a la fantasía y conseguía desequilibrar el partido con un juego más y reinar, en parte contra pronóstico (7-5, 6-7 y 5-7).
La otra semifinal fue algo más dominada por una de las duplas, en este caso por Ari Sánchez y Paula Josemaría, quienes se enfrentaban a la gran sorpresa de la cita, Tamara Icardo y Delfina Brea. Aquí no hubo mucha opción de sublevación, pues Paula y Ari, menos cansadas, con más experiencia en la pista central y con un juego muy, muy fluido, se marchaban en el marcador en ambas mangas con total suficiencia.
Rompieron en el quinto del primero y se fueron directas a su consecución con la ventaja más que consolidada y con más quiebres a su favor. Igual ocurrió en el segundo, aunque con mayor amplitud incluso. En este caso dos breaks, si bien el segundo era inmediatamente recuperado por la argentina y la española, pero entonces se produjo un intercambio de roturas de uno y otro lado que culminó con cuatro bolas de partidos desaprovechadas por Josemaría y Sánchez que en el siguiente servicio ya sí pudieron hacerse con el juego definitivo y anotarse a la pelea por el título (6-2 y 6-4).
Premio para ellas y cita en la final a partir de las 10 de la mañana con Lucía Sainz y Bea González.
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