Tremenda la jornada de octavos de final del Adeslas Madrid Open. Imposible no deleitarse con ella si eres aficionado a este deporte. Sorpresas, duelos igualados, mucha pelea…todo lo que demanda el espectáculo del pádel concentrado en un rectángulo azul.
Complicado elegir por dónde empezar a contarles lo ocurrido así que, siguiendo la línea del titular de esta noticia, comenzaremos por ellos.
Son una dupla que apenas ha hecho ruido en pretemporada pero que suma sus partidos de entrenamiento por buenas actuaciones y victorias, mezclando con acierto la fórmula magistral de veteranía más juventud, potencia y despliegue en pista, ambición y calidad; ellos son Miguel Lamperti y Arturo Coello.
Y para enfrentarles, debutaban Paquito Navarro y Martín Di Nenno en su primer duelo oficial del curso. La pareja nº2, destinada a pelear por el trono, se plantaba en la central con buenas sensaciones tras la larga pretemporada y empezaba el duelo manteniendo su servicio, al igual que los rivales, no siendo hasta el tercer juego cuando se desniveló la balanza.
Ahí rompieron Lamperti y Coello y se pudieron por delante, manteniendo la ventaja durante media hora más hasta que cerraron a su favor el primer set.
Reacción de garra pura la de Di Nenno y Navarro con un inicio fulgurante en el segundo (3-0), donde fueron amos y señores de las mejores acciones gracias al control que ahora sí instauraba el argentino y a los latigazos del sevillano cada vez que aparecía en pista. Solo dejaron hacer tres juegos a los oponentes para poder igualar la contienda.
Y en el tercero, con todos los frentes abiertos, tanto los jóvenes como los veteranos esgrimieron un aplomo fascinante, calma ante la tensión de lo que se estaban jugando. Marcharon igualados punto a punto, juego a juego, sin ceder ninguno su saque, hasta que decidieron firmar tablas e irse al tie break, donde de nuevo la igualdad predominó hasta que un remate de Coello, imperial por alto, la rompió y les concedió una de las campanadas de la jornada al mandar a Paquito y a Martín para casa (4-6, 6-3 y 6-7).
A falta de una, dos, porque otros dos jóvenes también tuvieron su cuota de protagonismo. Hablamos en esta ocasión de Iván Ramírez y Miguel Yanguas, dos jóvenes llamados a asentarse definitivamente en el cuadro final como ya hiciera Ramírez el pasado ejercicio (junto a Coello precisamente). Dirigidos desde la sala de máquinas con precisión absoluta por parte de Jorge Martínez, ambos demostraron una enorme gama de recursos ante la rocosidad de Maxi Sánchez y ‘Tito’ Allemandi.
La potencia de los dos argentinos, sumada a su experiencia, control en el juego y al físico de Maxi eran factores a tener muy en cuenta, pero Iván y Miguel partían con las ideas muy claras y con un guión muy marcado. No se salieron de él gracias a su chispa, a la profundidad de sus tiros y al picante que le metían a sus acciones, lo que les valió para marcharse con dos breaks de diferencia en el primer envite y otro más en el segundo, si bien pudieron ser más, pues lo iniciaron con un parcial demoledor de 4-0, que se convirtió en un 5-2 y saque hasta que Maxi y ‘Tito’ contuvieron la sangría y pudieron maquillarlo hasta el 6-3 y 6-4 definitivo. Primer torneo y primeros cuartos para ellos.
No fue una jornada de oficina fácil para Ale Galán y Juan Lebrón en su primer choque de 2021. Los números 1, acostumbrados a arrollar físicamente y a llevar la manija del encuentro con comodidad, se encontraron con dos piedras muy duras en el camino, Juan Cruz Belluati y Javi Garrido.
El argentino, una de las grandes derechas del circuito por su control de los tiempos y por cómo maneja la pelota desde el fondo, se apoyó en el andaluz, uno de esos jugadores diferentes a los que, si acompaña el físico, es capaz de actuaciones de gran calado, pues atesora mucho talento, pegada y condiciones. Y todo ello se juntó en un mismo partido para hacer que Galán y Lebrón no dominasen como en otras ocasiones, sino que tuviesen incluso que recurrir a dos tie breaks para superar la eliminatoria. Los dos los perdieron (7-6 y 7-6), pero dieron una imagen muy seria y no se pueden reprochar nada.
Desde caer eliminados en previas a conseguir meterse en cuartos. Pocas veces la concesión de un ‘lucky loser’ se ha estirado tanto y si no que se lo digan a Tonet Sans y a Íñigo Zaratiegui. Ambos se veían las caras con Sergio Alba y Francisco M. Gil, otros que también llegaban desde previas y con bastante carga en las piernas aunque con la ilusión por las nubes tras deshacerse de Silingo y Díaz en 1/16.
Duelo que se fue al club y en el que, en la primera manga, solo tuvo dos dueños, Tonet e Íñigo. Apoyados en una gran pegada hicieron suyo el duelo y con un break de diferencia, que luego se ampliaría, encarrilaron pronto la eliminatoria. Más igualado resultó el segundo, ahora sí con los cuatro a pleno rendimiento y con un juez (el tie break) que decidió que no se alargara más, si bien a punto estuvo de hacerlo en varias ocasiones. Esta suerte dispar cayó del lado de Sans y Zaratiegui, presentes así en sus primeros 1/4 de final (6-1 y 7-6).
El resto de marcadores fueron estos:
Álvaro Cepero – Juani Mieres vs. Franco Stupaczuk – Álex Ruiz (3-6 y 5-7)
Fede Chingotto – Juan Tello vs. Juan Martín Díaz – ‘Coki’ Nieto (6-2 y 6-2)
Lucas Bergamini – Lucas Campagnolo vs. Pablo Lima – Agustín Tapia (5-7 y 1-6)
Javi Rico – ‘Momo’ González vs. Fernando Belasteguín – Sanyo Gutiérrez (5-7 y 5-7)
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