Hablar de Juan Zamora, alias »Coquito», es hablar de un jugador con enorme proyección, con mucho futuro por delante y una de las grandes apuestas de la firma Cartri, que tiene muchas ilusiones depositadas en él.
Es uno de los grandes estandartes de su equipo de menores, y en su palmarés cuenta ya con dos títulos de Campeón del Mundo, por lo que calidad no le falta en absoluto.
Apenas levantaba unos palmos del suelo cuando ya iba por los clubes arrastrando una pala que era casi más grande que él, momentos que ahora recuerda con especial cariño: »Mis primeros pasos en este mundillo los di casi cuando aún llevaba pañales. Casi no sabía ni andar y ya iba por ahí arrastrando la pala mientras veía a mis padres dentro de las pistas. Lo que más me gustó de este deporte fue que podía jugar en pareja, que existía una gran deportividad y el compañerismo que existe».
Pese a su corta edad, ya se atisban con claridad cuáles van a ser los principales rasgos de su estilo y es que »Coquito» es uno de esos jugadores luchadores y muy competitivos, a los que su »raza» les lleva a pelear hasta el final para no dar una sola bola por perdida. Muy buen compañero, anima en todo momento a sus parejas, con el objetivo de poder sacar siempre lo mejor de ellos.
Perfeccionista y siempre dispuesto a aprender y a mejorar, su golpe más destacado sería esa bajada de pared que ya se ha convertido en »marca de la casa» mientras que, entre sus puntos a perfeccionar, se ha marcado el objetivo de ser más incisivo con sus remates.
Muy unido al proyecto de Cartri, con una implicación que va más allá del mero vínculo deportivo, Coquito contaba que la marca es como su familia, »con la que estoy creciendo y con la que espero seguir haciéndolo mucho más. La diferencia con respecto a otras firmas de este sector es lo familiar y cercana que nos resulta”».
Sabe que aún lo quedan muchos pasos por dar, muchas etapas por vivir y muchos partidos por disputar. Sin prisas, este torrente inagotable de energía, tiene muy claro que: »Me gustaría ser profesional del pádel, ganarme la vida con él aunque mi objetivo es estudiar una carrera que esté ligada al mundo del deporte. Quiero poder competir lo máximo posible y disfrutar de este maravilloso deporte que tantas alegrías nos da. A largo plazo, y como todos los chicos de mi edad, sueño con tener la oportunidad de enfrentarme a las grandes estrellas del mundo del pádel, lo que significaría que estaría disputando el circuito profesional».
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