Queda poco más de un mes y aunque todavía falta por conocer el progreso de la pandemia, lo cierto es que el anuncio realizado por el circuito profesional ha ilusionado (y mucho) a los aficionados. Y es que tal y como se ha hecho oficial, el primer torneo de la temporada, el Adeslas Madrid Open, tendrá público.
Era un objetivo que perseguía la organización desde hacía mucho, devolver el calor y el color a las gradas, desangeladas sin aplausos y sin gritos de ánimo, y parece que al final se va a conseguir antes de lo previsto. El primer torneo del año, el que supondrá el fin del carrusel de cambios y poner el contador a cero para todos, tendrá ambiente más allá de la pista.
Y para dar ese pistoletazo de salida, qué mejor que el Wizink Center de Madrid, sede de conciertos, eventos deportivos, gastronómicos, culturales… y por supuesto de pádel, demostrando en el pasado Campeonato de España Absoluto que está más que preparado para vibrar con las salidas de pared, los remates o las dejadas imposibles.
La organización contará con todas las precauciones necesarias para mantener la distancia de seguridad en el evento, y el sistema utilizado en la venta de entradas será el de venta dinámica: cada comprador podrá adquirir un máximo de cuatro billetes para cuatro asistentes que deberán ser convivientes, y se inhabilitarán los asientos entre los grupos (bloqueo de dos asientos en ambos laterales y un asiento delante y detrás garantizado).
Además, para cumplir con la seguridad sanitaria se tomarán otras medidas en el acceso al recinto como la toma de temperatura, lectura de entradas sin contacto, distribución de geles hidroalcohólicos o alfombrillas desinfectantes para el calzado. El uso de la mascarilla será obligatorio en todo momento. Para que el pabellón sea aún más seguro, el WiZink Center cuenta con un sistema de renovación completa del aire cada 12 minutos.
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