Arrancaba un domingo de pádel en Madrid, por fin y tras mucho tiempo, con público. Se congregaban los aficionados en las gradas del Wizink Center ávidos de ver en directo una competición después de meses huérfanos de ella, pudiendo ver a los jugadores solo a través de la pantalla. Y lo hacía con cuatro excelentes jugadoras en pista.
Se presentaban, en una pista oscura, sin luz, siendo ellas las enfocadas por las luces, cual presentación de partidos NBA, Alejandra Salazar y Ariana Sánchez primero, y Eli Amatriain y Patty Llaguno después, todas ellas recibidas con el calor del respetable.
La final se anunciaba como un combate por puntos, en el que las dos parejas buscaban el KO de las adversarias pero recibían igualmente daño, esperando ver quién besaba antes la lona. Jugando, además, Eli y Patty, ya se sabe que los combates son largos, intensos, que te obligan siempre a una devolución más, y esta vez no fue la excepción.
Empezaron las cuatro tomándose el pulso con lentitud, midiéndose las fuerzas, testando cómo estaban de ánimo, muñeca y piernas las oponentes, y así llegaron al quinto juego (2-2). Ahí, Ale y Ari dieron un pequeño paso al frente que sería vital, pues rompieron el servicio de Amatriain y Llaguno y ya no perdieron la ventaja.
Con ese 3-2 se sintieron más cómodas y desde la red empezaron a dominar todavía más pese a los intensos intentos en defensa de Eli y las carreras a un lado y al otro de Patty para tapar huecos y manejar desde el fondo. Con Ari muy sólida y Alejandra sintiéndose arropada por el público y jugando a las revoluciones que exigía siempre el choque, sacando la derecha a pasear una vez sí y otra también, dieron otro pequeño zarpazo con el 4-2 y ahí se terminó todo. Recuperaron ligeramente Eli y Patty (4-3) pero ya todo fue cuesta abajo para las de Manu Martín hasta cerrar el primer parcial con un 6-4 a su favor.
Mismo partido y mismo guión en el segundo, siendo Ariana el timón del barco de la fabricación de puntos y Alejandra el cañón que terminaba por abordar a las enemigas. Corría el tercer juego cuando se pusieron por delante sobre el saque de Eli, si bien recibieron el contrabreak en la siguiente. El partido, sin embargo, lejos de volverse un correcalles de roturas de servicio, se volvió un monopolio del ‘Equipo A’, con tres juegos seguidos a su favor para romper de manera definitiva la resistencia numantina que había en el otro lado de la pista (maquillada en el tramo final con uno de sus habituales arreones).
Otro 6-4 para calcar el resultado del primero y para dejar a Ari con su primer título de campeona de España y a Alejandra persiguiendo un poco más cerca los 13 de María Silvela, los 12 de Carolina Navarro o los 11 de Iciar Montes. La madrileña ya tiene 8 y no duden que irá a por más.
Dar la enhorabuena a toda la organización de la prueba, a la Federación España de Pádel y a la labor de colaboración de la Federación Madrileña de Pádel, por el magnífico torneo realizado.
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