El cambio de dirección de la Federación Española de Pádel, con Ramón Morcillo a la cabeza, ha empezado a mostrar claramente su hoja de ruta. Ya lo anunció el nuevo presidente en una entrevista en nuestro medio cuando anunció que su intención era ir, claramente, con los organismos oficialmente reconocidos, lo que significaba ir de la mano de la Federación Internacional de Pádel.
Esto choca claramente con el discurrir de la anterior directiva, más apegado a la FEPA (Federación Europea de Pádel), pero ahora todo ha quedado atrás. Las diferentes reuniones con su homónimo de la FIP, Luigi Carraro, y la buena sintonía que ambos dirigentes han mostrado, ha servido para que finalmente, y tras una votación de los miembros de la Asamblea General, se haya decidido, por mayoría, salirse de la FEPA.
Tras el recuento d elos votos, 42 de los 56 asambleístas participantes en la sesión apoyaron la salida del organismo europeo,que no cuenta con reconocimiento oficial de la Federación Internacional de Pádel (FIP).
»Hemos querido empezar esta nueva etapa sometiendo a la Asamblea General el debate sobre la pertenencia de la FEP a la Federación Europea y el pronunciamiento de nuestro máximo órgano de gobierno ha sido muy claro», explicaba el presidente de la FEP, Ramón Morcillo, sobre una medida que solo tuvo 12 votos en contra y 2 abstenciones.
Durante el debate, el máximo dirigente de la Federación Española puso especial énfasis en la legitimidad de la Asamblea General para tomar este tipo de decisiones. »El hecho de que en el máximo espacio de debate y representación se aborde y se decida sobre este tipo de cuestiones es un gran triunfo en sí mismo y sirve como declaración de intenciones sobre la importancia que le concedemos a este foro de cara a los próximos cuatro años», apuntó el responsable federativo.
En su argumentación, Morcillo detalló con precisión el enorme coste económico e institucional que ha tenido la adscripción a la entidad europea que »se ha estado utilizando como un centro de contrapoder de la FIP. España ha estado pagando la factura de una disputa absurda, pero ha llegado la hora de que la FEP fije su propia posición como institución de acuerdo a su importancia en el pádel y en función de sus objetivos como organismo».
»Esto no es un portazo a la FEPA sino una invitación al diálogo», aclaró Morcillo que expresó su confianza acerca de que »la Federación Europea acabe entendiendo que la oficialidad es la mejor ruta para vertebrar el pádel desde el ámbito federativo». En este sentido, el presidente español tendió la mano al organismo europeo y dejó la puerta abierta a una futura integración en el marco de la FIP para »contribuir a un desarrollo ordenado de un deporte que está despegando en toda Europa».
La Federación Española de Pádel ya ha notificado a la FEPA la decisión aprobada en la Asamblea General lo que formaliza la baja de la FEP como entidad asociada a la Federación Europea.
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