La mañana de este sábado arrancaba con cuatro grandes palas en la central de Menorca. De un lado Franco Stupaczuk y Sanyo Gutiérrez y del otro Paquito Navarro y Pablo Lima. Cuatro jugadores muy diferentes sobre la pista y que prometían un duelo inmenso.
Y así lo fue, pues hubo mucha igualdad más allá de que el marcador final (6-3 y 7-5) fuese favorable a los argentinos, quienes empezaron firmes desde el saque, minimizando sus errores y aprovechándose de las indecisiones puntuales de Navarro y Lima. Controlaron el choque y con dos breaks de diferencia logrados en la parte final, cerraron el primero a su favor.
Empezaron igualmente mejor el segundo y se pusieron rápidamente por delante para llegar con ventaja esta vez hasta el décimo juego donde con dos bolas de partido a su favor, no supieron aprovechar su mejor momento. Tocaba sufrir, pues les empataban el partido (5-5) pero a su vez les dieron justamente después otra opción de quiebre (6-5). Esta vez no la desaprovecharon y en el siguiente, ya con su saque, se metían de lleno en la final, la primera del curso para ellos.
Bela y Tapia, entrega y fantasía para dejar sin otra final a los números 1
En el primer set de Ale Galán y Juan Lebrón fueron como dos obuses, sin freno alguno y con el viento empujándoles desde atrás y así, sin nada que les obstaculizara, rápidamente consiguieron poner tierra de por medio en el marcador.
Se desesperaba Bela por no poder manejar el tiempo del partido ni los nervios de los contrincantes como suele hacer, por no tener las cosas controladas, y se desesperaba Tapia porque corría y defendía pero todo era inútil, los españoles manejaban a su antojo y se iban directos a la consecución del primer set por la vía rápida.
En el segundo, todo lo contrario, cambio radical. Bela y Tapia afinaron sus palas y salieron a por todas, sin concesiones. Apretaron cada bola que pasaba por sus inmediaciones y se aliaron con los puntos, pues pelota que tocaban, punto que subía a su marcador y así transitaron por minutos que incluso anularon al andaluz y al madrileño. Break tras break, llegaban a ponerse incluso 4-1 y miraban ya al tercero, pero un enorme arreón de Ale y Juan alargó todo.
Paso al frente de los números 1 para llegar hasta el 5-4 y poner tensión máxima en el partido, chispa a los minutos finales. Punto de oro con saque de Tapia para igualar o cerrarlo y Bela, devolviendo el resto con una volea muy, muy fuerte, finiquitó la idea de remontada. Un set para cada pareja.
Nos fuimos al tercero con un inicio con muchísima pólvora de Galán y Lebrón. Lo cerraron rápido con cuatro golpazos imposibles de defender de la potencia que llevaban, intentando amilanar a los rivales, pero ni Agus ni mucho menos Bela son de los que se rindan fácilmente y contestaron guardando su saque y consiguiendo un break en el siguiente para ponerse 1-2 arriba encendiendo las alarmas en el banquillo de Mariano Amat y luego 1-3, con Galán y Lebrón totalmente apagados, cabizbajos y casi sin apoyarse ni palmearse. No se fueron del partido pero atravesaban por dificultades y ninguno era capaz de sacar al otro y ahí Bela olió sangre, saboreó su momento.
Y si el de Pehuajó creció, más lo hizo su pupilo. Tremendo el show de Tapia sacando, descerrajando la defensa española y moviendo a los oponentes a su antojo, sacando tiros imposibles y jugando con una sonrisa, esa sonrisa que les permitió llegar con más ventaja aún al decisivo saque de Bela y cerrarlo, eliminando a los números 1 y dejándoles sin otra final (6-2, 4-6 y 2-6). De nuevo Galán y Lebrón no pelearán por un título, como ya ocurriera en Cerdeña y Bela y Tapia acceden a su segunda final seguida.
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