El panorama actual en el pádel español

El pádel es un deporte que combina elementos del ráquetbol, tenis y squash, el cual se originó en la ciudad de Acapulco, México en 1962 y que llegó a España poco después, de la mano de Alfonso de Hohenloe.

Desde ese entonces, su popularidad se ha ido extendiendo a lo largo del país, cuenta con su propia federación y circuito de torneos a nivel profesional, con aproximadamente 70.000 licencias en todo el país. Donde más se evidencia este fenómeno es en el crecimiento de apuestas en pádel en las diversas casas de apuestas online. De hecho, es ahora común conseguir sitios que ofrezcan desde las apuestas clásicas de ganador de partido y más o menos sets, hasta las apuestas en vivo a medida que se desarrolla el partido.

Desafortunadamente, en este 2020 el pádel sufrió el mismo destino que muchas otras actividades con el desarrollo de la problemática global actual: torneos pospuestos o cancelados, restricciones en el uso de las instalaciones, etc. Muchos son de la opinión que este deporte enfrenta su primera gran crisis, y no es por menos. Con las medidas impuestas en las fases 0 y 1 a principios de año, los clubes donde se practica pádel han tenido que cesar sus actividades en un 100%; pero aun así han tenido que afrontar los gastos de mantenimiento de infraestructura, limpieza, servicios, nomina, etc., todo esto sin ningún tipo de ingreso, por lo que no sorprende que muchos de ellos hayan tenido que hacer un ERTE desde el principio.

Hoy en día se contabilizan alrededor de 4 millones de practicantes en todo el país, por lo que la paralización total de las actividades no solo ha sido un duro golpe para los clubes especializados, sino para todo un sector importante de la industria del deporte, ya que sin permisos para jugar no se vende material deportivo, lo que implica una pérdida para las tiendas de artículos deportivos. Estas, a su vez, en muchos casos patrocinan jugadores de diversas disciplinas con este dinero, además de pagar sus propios costos, por lo que esta situación genera un efecto »bola de nieve» que se va acumulando y termina afectando negativamente a una gran cantidad de personas.

Muchos clubes temen por las consecuencias a largo plazo que estas prohibiciones puedan tener, ya que se han perdido los meses mas rentables para ellos: marzo, abril, mayo y junio. Por otra parte, también se muestran aprensivos a que les permitan abrir, pero solo con aforo limitado. Esto significaría que se tendría que mantener todo a punto solo para recibir una parte del ingreso en el mejor de los casos. En algunas ciudades de España este ya es el caso, y si bien en los primeros momentos la gente acudió por la novedad de salir de casa, esta probó ser de corta vida y el flujo de clientes se redujo aún más porque en sus propias palabras »no siente que realmente estemos jugando pádel». Esto tendría un impacto más profundo que el mismo cierre total, ya que en muchos casos las pistas se sustentan por las clases grupales, que pueden llegar a representar hasta el 70% de los ingresos.

Pero no todo pinta tan sombrío en el futuro del pádel. Se prevé que algunos torneos importantes se celebren este año y ya se observan nuevas luminarias de esta actividad avanzar a pesar de la crisis. Con la llegada de la segunda y tercera fase, muchos clubes han argumentado ante las instituciones sanitarias que este deporte cumple con todas las medidas para asegurar el distanciamiento de los participantes: los integrantes están separados entre sí por una distancia de 2,5 metros y solo entran en contacto a través de una pelota, además de que los espacios tienen la aireación suficiente con techos de 8 metros de altura en promedio en los clubes bajo techo.

Además, ya se tienen preparadas medidas adicionales siendo las más comunes el control de temperatura en la entrada de las pistas, el uso de guantes y mascarilla, la utilización de una pelota nueva entre partidos, presencia de dispensadores de geles antibacteriales… De momento el juego se encuentra pasando por una situación difícil, pero hay la esperanza que las cosas puedan mejorar a largo plazo.