Ha traído varios cambios el circuito con esta prueba en abierto. No solo salir de Madrid, sino el hecho de jugar en abierto y que los duelos den un vuelco total con parejas que habían obtenido malos réditos y que ahora vuelan por la pista.
El gran ejemplo lo tenemos con Javi Ruiz y Uri Botello, dos jugadores de enorme regularidad, dos matagigantes que el pasado curso habían conseguido imprimir a su juego cierto ápice de terror entre las parejas top del ranking y que a ellos les sirvió para meterse entre las 8 mejores. Ese »terror» ha vuelto, porque tras un mal resultado en Valencia, en Cerdeña han vuelto a dejar fuera a otra dupla de la parte alta.
Primero fueron Matías Díaz y Maxi Sánchez en cuartos los que cayeron en su tela de araña y ahora en semis la gesta ha sido mayor, nada más y nada menos que Juan Lebrón y Ale Galán, los números 1, dupla imbatible con cuatro títulos a sus espaldas, dos que habían cambiado el pádel y que brillaban en todas las facetas, dos jugadores enormes que han quedado apeados del que hubiese podido ser su quinto entorchado.
Y es que, lejos del refugio del pabellón, se pudo ver a un Juan Lebrón bastante más incómodo que en otras ocasiones, con fallos impropios de la calidad que atesora y a Galán intentando que su compañero no se saliera del partido. Quienes desde luego no se salieron del guión fueron Javi y Uri, siempre atentos a cualquier posible resquicio de duda, a rebufo en el marcador pero sin soltar a su presa, como oliendo y esperando su oportunidad.
Oportunidad que llegó al final del primer set, cuando anunciaba el árbitro un 4-4 que hacía dudar a uno y reafirmarse a otros, un partido que había tenido muy buenas bandejas de Botello y muy malos remates de Lebrón, Galán sustentando como podía y Ruiz sembrando incertidumbre una bola sí y otra también. Así llegó el arreón final de los de Raúl Arias, quienes con un break postrero pusieron todas las alarmas en el banco rival y se apuntaron el primer set (4-6).
Mismos derroteros en el segundo set. Partido encasquillado e igualado, marcando el ritmo el granadino y el melillense y con la respuesta justa de Galán y Lebrón, sin esa locura habitual en ellos, con fala de ‘punch’, de recursos. Las dudas cada vez asomaban más y el peligro de la eliminación también, tanto que desde el resto, Javi y Uri hicieron sangre y brecha y se marcharon fulgurantes a pos la victoria, ya sin quitar el pie del acelerador (4-6 y 3-6). Había saltado la sorpresa y ellos, por fin, tenían su ansiada final.
Fernando Belasteguín y Agustín Tapia, por contra, fueron dos torbellinos desde el inicio, no dejando que Martín Di Nenno y Agustín Gómez Silingo entraran en faena y encontraran el punto al partido.
Habría que rebuscar y mucho en la estadística para encontrar si Bela se equivocó en laguna de las decisiones que tomó en el partido (creemos que no) y también para contar los errores no forzados de Tapia (uno o dos solamente) y con esos números, está todo más que dicho y no sorprende el 0-6 y 2-6 que sufrieron Agus y Martín.
Querían acabar el partido por la vía rápida y lo hicieron, notándose mucho más frescos (apenas habían disputado los cuartos por la lesión de Chingotto mientras que Silingo y Di Nenno venían de un choque de tres sets) de piernas y de brazos. Mucho talento y acierto en todo lo que hacían los de Miguel Sciorilli, mientras que a Agus se le veía tirar de rabia y orgullo ante la falta de sensaciones. Así pudieron hacer los dos juegos en el segundo set, porque lo demás lo tuvo bajo control el ‘rey Bela’.
La final tendrá lugar en cuanto termine la femenina, suponemos no antes de las 18:30 y supondrá un duelo inédito entre Javi Ruiz y Uri Botello ante Fernando Belasteguín y Agustín Tapia. En juego, el que sería el primer título del año para cualquiera de ellos.
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