Fue un día extraño para todos, llegar al fin de semana y que no sea la antesala de la final, sino los cuartos, lo que quizá motivo que tuviéramos varios percances en la pista y que, además, los »sublevados» hicieran de las suyas. Y es que no entraron en la siguiente ronda todos los que se esperaban, sino que hubo una importante ración de sorpresas.
Quitando Ale Galán y Juan Lebrón que siguen a lo suyo, campeando en otra división, jugando a otra cosa y que vencieron 6-3 y 6-2 a Antonio Fernández Cano y Juan Martín Díaz, demostrando que ni tienen techo ni freno, porque desplegaron unas condiciones extraterrestres en poco más de 40 minutos para cerrar su partido, el resto sufrieron bastante más. Los dos españoles han encontrado el punto perfecto esa sintonía entre disfrute, trabajo y efectividad que, unidos a un físico privilegiado y a la fantasía que aporta Lebrón y a la regularidad de Galán, de momento logran que nadie les pueda meter mano, y se acercan ya a los 20 partidos invictos.
La primera de las sorpresas de la jornada fue la victoria de Javi Ruiz y Uri Botello ante los combativos Matías Díaz y Maxi Sánchez. De caer con estrépito en la última cita, el granadino y el melillense se han reencontrado en suelo italiano y han logrado imponerse a una pareja nada fácil, que apenas deja espacios y que logra defender a ultranza cada punto. No obstante, Javi y Uri ofrecieron como carta de presentación un break, así nada más comenzar, y a ese le seguirían varios más en un primer envite muy acertado y de efectividad total que culminaría con un punto de oro a su favor.
En el segundo, resurgieron Mati y Maxi por carácter y experiencia, convirtiendo el partido en un intercambio de golpes, de un lado a otro: si unos lograban un punto, los otros les respondían rápidamente. Así, fueron sumando hasta llegar al muchas veces injusto tie break, donde una dupla emerge y la otra no logra encontrar la manera de puntuar como venía haciendo durante el set. Esta vez no ocurrió así, pues los cuatro lo pelearon sin descanso, pero fueron mejores Botello y Ruiz y así se llevaron el choque a su bolsillo (6-1 y 7-6).
Después de esto, dos partidos más, uno muy corto y otro muy largo. El corto resultó así porque, en el enfrentamiento entre Fernando Belasteguín y Agustín Tapia ante Juan Tello y Fede Chingotto, este último tuvo que retirarse antes de tiempo.
Sacaba Tapia con 2-2 en el marcador y tras un pequeño intercambio, llegaba un globo corto a Bela que remató, Tello salió de pista a pelearla con la mala fortuna que su golpeo, potente y dirigido, fue a parar al ojo derecho de Chingotto. El ratón se quedó unos segundos parado en la pista para después pedir asistencia médica y pararse el partido unos minutos. Volvió a pista pero con el ojo visiblemente hinchado y sin poder ver bien, como él mismo admitía, con dolor cada vez que lo abría y aunque resistieron el primer envite, pues va en su ADN competitivo, una vez que concluyó en favor de Tapia y Bela (7-5), tuvo que decir adiós. Una pena, pues tenía la oportunidad de plantarse de nuevo en unas semis y quién sabe si en la final. Te deseamos una pronta recuperación, Fede.
El otro, el largo, enfrentó a Martín Di Nenno y Agustín Gómez Silingo con Franco Stupaczuk y Sanyo Gutiérrez. Más de dos horas y media de choque que concluyó con tie break para que Silingo y Di Nenno, aunque vienen jugando muy bien y consiguiendo fantásticos resultados, dieran la sorpresa (6-2, 2-6 y 7-6) ante un Sanyo que no deja de crecer en cada partido.
Este tiraba de magia y de acciones fabulosas que arrancaban aplausos al poco público presente, mientras que Silingo lo hacía de oficio y los dos ex compañeros, los Súper Pibes, se dedicaban a crear puntos y a sumar para sus respectivos equipos, siendo dos espejos jugando: elasticidad y movilidad total.
En el cuarto juego Agus (que tuvo que aprar unos minutos también por sufrir un corte en el dedo al abrir un bote de bolas y necesitó que parara la hemorragia antes de continuar) y Martín lograban por fin romper la paridad y se adelantaban con un break para ir ya lanzados hasta el final y no dejar que sus rivales volviesen a puntuar. Esa misma moneda se la devolverían en el segundo Sanyo y Stupa, quienes desde el quinto juego (2-2 y saque para ellos) fueron muy superiores y pudieron empatar.
Y en el set final, el que decide todo, de nuevo los de Carlos Pozzoni se adelantarían, esta vez en el tercero, pero Silingo y Di Nenno supieron reaccionar, igualar la contienda y pedir cita en el tie break. Allí, estos últimos fueron un rodillo, un martillo pilón para marcarse un desempate casi perfecto que cerraron con un 1-7 a su favor. Juego, set y partido.
Con todo ello, este domingo viviremos doble sesión, semis y final (ya por la tarde), para poder acabar en tiempo y forma el torneo. Las semis nos dejarán una reedición de los cuartos del Adeslas Open entre Ale Galán y Juan Lebrón ante Uri Botello y Javi Ruiz por un lado, y el partido de la doble fórmula de juventud+veteranía entre Agustín Silingo y Martín Di Nenno ante Fernando Belasteguín con Agustín Tapia.
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