Una auténtica batalla de aguante y desgaste, de toma y daca, de intercambios infernales. Una guerra de trincheras, en las que cada avance, por mínimo que fuera, suponía una conquista crucial. Cuatro campeonas que demostraron el porqué de esa condición.
El partido se antojaba, ya antes de empezar, como una batalla no solo por el ranking, sino también por convertirse en la primera pareja que este año lograse dos títulos, pues hasta ahora el circuito femenino no había conocido coincidencia en su más alto lugar del podio. Todos esos ingredientes se metieron en la pista con Alejandra Salazar y Ari Sánchez en un lado y Marta Marrero y Paula Josemaría en el otro.
Las dos duplas, mezcla de veteranas y jóvenes, salieron a por todas, a eliminar por la vía rápida a sus oponentes, a marcar distancias en el marcador. En esa receta estuvieron más cómodas de inicio Paula y Marta, con ocasión incluso para adelantarse con un tempranero break, pero no lo terminaron de conseguir.
Así, hubo que esperar hasta el octavo juego para que de nuevo hubiese ocasión de rotura en el marcador, esta vez a cargo del ‘Equipo A’, que la utilizó para ponerse por delante y enfocar el final del set. Sin embargo, no habían dicho las de Juan Alday su última palabra, y al juego siguiente, recuperaron el break y pusieron de nuevo las tablas (5-5).
Cuando el aroma a tie break empezaba a aflorar en el aire, otra rotura más en favor de la madrileña y la catalana les concedía, ahora sí, la distancia definitiva e insalvable para rubricar con su nombre el primer parcial (7-5).
Tiempo en los banquillos y vuelta a la pista con la misma intensidad que en la primera manga. Punto de oro nada más comenzar, sin avisos previos, esta vez ganado por Josemaría y Marrero, que rompían el servicio de Ale y Ari en el primer juego y lograban una ligera ventaja. Esa pequeña diferencia fue aumentando progresivamente, como si jugaran con viento y pista a favor, y la canaria y la extremeña lograron colocar un 5-1 en el luminoso que encendió toda alarma posible en el banco de Manu Martín.
No sabían cómo podían reaccionar, pero lo hicieron, a base de garra, de dejarse la vida en cada golpe y de las derechas de Alejandra, que al igual que en semis, aparecieron para desatascar el juego y ponerse de nuevo en la pomada. Recuperaron los dos breaks y pidieron cita, ahora sí, para el desempate, donde culminaban la remontada y dejaban con la miel en los labios de un posible tercer set a Marrero y Josemaría (7-5 y 7-6).
Segundo título para ellas, la primera pareja que lo logra esta temporada, lo que les sirve para ponerse como primeras en la Race 2020 y dar otro golpe de mano a las números 1. Todo se aprieta aún más y sin descanso, enfocan Cerdeña para otra nueva edición de este intenso y fantástico duelo.
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