No parecen tener freno alguno ni obstáculo que les frene todo un veterano de mil batallas como Agustín Gómez Silingo y un joven llamado a triunfar que vive de una ilusión sin límites como Martín Di Nenno, un jugador con cuentas pendientes con el pádel: se deben mutuamente algo.
Los dos, sin hacer ruido, han ido escalando la montaña del Vuelve a Madrid Open y ya se han situado en el último campamento antes del ascenso final, tras un torneo de quitarse el sombrero y en el que, en cuartos, superaban ese pádel moderno y eléctrico que plantean ‘Coki’ Nieto y Javi Rico.
Un partido largo que se fue a los tres sets, con parciales ajustados en todos ellos y con el dominador común de la igualdad. Empezó muy parejo y terminó igual, sin diferencias hasta el quinto juego del primer set, cuando Coki y Javi pudieron lograr el primer break que era recuperado justamente al siguiente cambio de saque pero devuelto de nuevo en la parte final para adelantar a los españoles en el luminoso (4-6).
El segundo set transcurrió por el mismo camino pero esta vez la solidez de Martín y Agus fue un plus que les ayudó a no naufragar del todo y a ser ellos quienes llevaran las riendas del choque. Una rotura de servicio en los últimos instantes fue lo que desequilibró la balanza con un 6-4 y dejaba todo en tablas como en el minuto 1.
Y en el tercero llegó la remontada de los pupilos de Rodri Ovide, muy firmes y tirando de la experiencia de Silingo para saber salir airoso de las situaciones comprometidas. Paridad hasta el 3-3, cuando Di Nenno vio más huecos que nadie y supo mover a los rivales para que Silingo, con su potencia habitual, terminase por certificar la victoria (4-6, 6-4 y 6-3). Nueva victoria y primeras semifinales, un premio muy merecido a su buen hacer.
Batalla total en el duelo entre Lucas Bergamini y Miguel Lamperti ante Matías Díaz y Maxi Sánchez. Un partido de esos que te dejan sin aliento y que te obligan a reposo absoluto, porque fue de un desgaste tremendo y como prueba palpable, el marcador (7-5, 6-7 y 5-7) a favor de los hombres de Álvarez Clementi, que demostraron una vez más que saben sufrir y agarrarse a la pista como nadie.
Sin apenas tiempo para centrarse en el partido, marchaban ya 0-2 arriba Mati y Maxi, pero en cuanto se acomodaron Lucas y Miguel, empezó la fiesta. Lograron igualar la contienda y, con un mayor ritmo, ir subiendo la intensidad hasta romper el servicio de sus oponentes y adelantarse para llevarse el primer set, sorprendiendo por su excelente reacción.
Y a partir del segundo, la versión más seria y sobria del ‘Tiburón’ y el ‘Warrior’ apareció. Plantaron los pies en la pista y se dedicaron a achicar espacios, defenderse y contraatacar como sólo ellos saben, dominando el juego pese a los continuos intentos de la fantasía de Bergamini y los remates de Lamperti, que arañaban pero no terminaban de hacer sangrar. Así, tras un tie break fabuloso, Mati y Maxi igualaban el partido y en el tercer y último envite, les devolvían la moneda del primero tras varios breaks y llegar igualados al sexto juego. Máxima igualdad hasta que un nuevo break ponía por delante a los dos argentinos y, tras dos horas y media de partido, les daba el billete a semifinales.
En otro de los cuartos, Ale Galán y Juan Lebrón se sintieron como peces en el agua, volando por encima de Juan Tello y Fede Chingotto, a los que cortocircuitaron desde el inicio y hasta el final, sobrepasándoles en todos los aspectos del juego (6-3 y 6-2). Más intensidad, más acierto, más mordiente en sus golpes…es cierto que lo intentaron de todas las maneras posibles, especialmente Chingotto, quien nunca bajó los brazos, pero ahora mismo el nivel de Galán y Lebrón está uno o dos pasos por encima del resto.
Y eso se notó sobre todo en Tello, quien acabó desesperado, con la mirada apagada y seguro que diciéndose mentalmente cómo era posible tal superioridad. El momento de forma de los españoles y el hecho de que han madurado infinitamente dentro de la pista (gran labor de Mariano Amat y del resto de entrenadores de la Academia M3) les pone como candidatos a todo y aunque lógicamente puede haber alguna sorpresa, hoy por hoy son ellos mismos sus principales rivales.
En el cuarto y último partido, Fernando Belasteguín (de nuevo en el revés) y Agustín Tapia ofrecieron una de sus mejores versiones del curso. Y es que Bela en su posición natural es otro, con golpes más incisivos, mucho más cómodo y eso se nota, y si no que se lo digan a Pablo Lima y a Paquito Navarro, a los que superaron por una mayor intensidad (6-2 y 6-4), especialmente del español, al que se le vio demasiado parado de piernas en más de un momento del partido y no pudo llegar al nivel de despliegue físico de los rivales.
Y en esa intensidad estuvo la clave, porque Bela y Tapia se pusieron rápidamente 4-1 y certificaron justo después el primer set en poco más de media hora. Visto y no visto.
Y en el segundo, aunque Ramiro Choya intentó enchufar a los suyos y Lima le pedía acción al tren inferior de Paquito, el sevillano no terminó de encenderse pese a lograr igualar otro 2-0 en contra de inicio y de que en el séptimo juego tuviesen hasta dos bolas de break para reducir de nuevo la ventaja de sus oponentes. Sin embargo los argentinos salieron airosos y cerraron unas semifinales que les refuerzan tremendamente y a las que llegan muy, muy fuertes.
Así pues, no antes de las 11:30 horas tendremos la primera semifinal con Ale Galán y Juan Lebrón ante Matías Díaz y Maxi Sánchez, y no antes de las 17:30 horas, la segunda con Agustín Gómez Silingo y Martín Di Nenno ante Fernando Belasteguín y Agustín Tapia.
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