Durante el confinamiento hemos visto que ni Alejandra Salazar ni Ariana Sánchez han perdido el tiempo. Han entrenado, han sudado la camiseta y aunque en casa, han podido seguir manteniendo la forma y ganando hambre de títulos. Saben que este año es importante para ellas, pues tienen una lucha a tres o cuatro bandas por el número 1 y su camino ha empezado en Madrid.
En este Estrella Damm Madrid Open han plantado la primera piedra. Se les ha visto finísimas, acertadas, con una Alejandra a un nivel físico espectacular y una Ariana cuyos golpes van con veneno. Este tándem, tan bien comandado por Manu Martín, se veía en la final con Gemma Triay y Lucía Sainz y pocas o ninguna opción les daban.
En poco más de una hora finiquitaban la final por un amplio 6-2 y 6-3 que les pone, si había alguna duda, de nuevo en la picota. Van a por el número 1.
La dupla nº2 (aunque al torneo llegaban como números 1 por tener más puntos que Paula Josemaría) demostró que tenía muchas marchas en su juego y si empezaron en 3ª, rápidamente subieron a 4ª y 5ª para ponerse varios breaks por delante y eliminar cualquier opción de pelea igualada por parte de sus rivales, quienes se limitaban a defenderse y no podían elaborar su juego de contragolpe y ataque. Gemma y Lucía se vieron demasiado sobrepasadas, acumulando errores no forzados víctimas de los ángulos que abría Sánchez que terminaron por decantar el primer parcial (6-2) en poco más de media hora.
La segunda manga fluyó por idéntico caudal, sin dejar de apretar el ‘Equipo A’ para meter la 6ª y 7ª marchas, lograr un break de inicio y mandar con comodidad. En el quinto juego ampliarían esa diferencia a los dos de ventaja y ahí terminaron por desbaratar los intentos de remontada de las pupilas de Rodri Ovide.
Con un 6-3 cerraban el segundo set, todo un órdago a la grande del que salían victoriosas, muy reforzadas y, sobre todo, sonriente.
Ari, además, finiquitó su enorme torneo y mejor final con el trofeo de MVP. Un galardón merecido, pues descerrajó con sus tiros la defensa de Gemma y Lucía y supo apretar para anotarse punto tras punto con soltura, temple y mucha personalidad. No pudieron acompañar todo ello de los aplausos del público, pero seguro que notaron los que aplaudieron desde su casa. Muchos ánimos y aliento por las redes sociales, mensajes de felicitación y, de reto también de cara al siguiente torneo. En 10 días vuelve la acción. Un nuevo torneo y una nueva ocasión de título para ellas…y para el resto.
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