Dos auténticos partidazos, un regalo para la vista, una demostración para los que dicen que el pádel femenino no es entretenido. Por cosas como estas las chicas se merecen toda la atención y reconocimiento, porque cada vez van a más.
Primero fueron Martita Ortega y Bea González contra el ‘Equipo A’, Alejandra Salazar y Ariana Sánchez, un duelo de intensidad total con las dos más jóvenes demostrando que su victoria ante las hermanas Sánchez Alayeto no fue casualidad y las chicas de Manu Martín dando la razón a los que apostaban por su proyecto continuista frente al carrusel de cambios.
Dos estilos ofensivos de juego tanto por arriba como por abajo, con jugadoras que gustan de acumular mucha bola (Alejandra y Martita) y otras dos que son pura dinamita y recursos (Bea y Ari) nos llevaron a un primer parcial en el que la madrileña y la andaluza tomaron ventaja rápidamente con un break que mantuvieron hasta el noveno juego (4-5), cuando se vieron igualadas con todo a favor para cerrar el set, pero un punto de oro y la derecha de Alejandra ayudaron a poner la paridad y a devolver las tablas al marcador para después remontar y cerrar de un portazo las ilusiones de adelantarse de Martita y Bea (7-5).
Ese fue un duro golpe que les afectó y lastró durante el segundo set, donde ya nada les salía, donde parecían haber perdido el punch y la eficacia, toda la regularidad y sobriedad que muestran siempre y que les hace cometer muy pocos errores. Cambió el guión y dominaban ahora la madrileña y la catalana con un juego de piernas muy activo y tomando siempre buenas decisiones (4-0), logrando una distancia insalvable que maquillaron pero que no pudieron acortar en exceso. Varios breaks y contrabreaks avanzaron el choque hasta la decisión final en la que reinaron Ari y Ale, las primeras finalistas del año (7-5 y 6-3).
Marta Marrero, número 1 en solitario
En el otro partido, muchas complicaciones para Paula Josemaría y Marta Marrero quienes, a pesar de lograr la victoria, se toparon con una dupla que ha vuelto por sus fueros y que será sin duda una nueva ficha en las apuestas de cada torneo: Lucía Sainz y Gemma Triay.
Las chicas de Rodri Ovide demostraron haber dejado atrás los fantasmas del pasado año y haber entrenado a conciencia en pretemporada, con un partido en el que empezaron con todas las revoluciones puestas pero en el que poco a poco, desgraciadamente, se fueron diluyendo.
Todo igualado en el comienzo para llegar al 4-4-, momento en el que Lucía y Gemma dieron un pasito adelante en cuanto a movimiento y efectividad, un break ahora sí decisivo que les pondría por delante y que les ayudaría a cerrar el primer set, llevándolo a su bolsillo.
En el segundo, los breaks aparecieron también desde el principio, impidiendo que ninguna pareja conservara su saque. Hasta tres vivió el partido que se terminaron cuando Paula y Marta aguantaron su servicio y pusieron un 3-1 que pudo ser definitivo pero que, lejos de la realidad, mantuvo con esperanzas a la menorquina y a la catalana, quienes en el octavo juego volvieron a igualar todo (4-4). Así, llegaron con todo igual hasta el momento final, que necesitó de un tie break en el que la templanza de Marrero y la dinamita de Paula fueron superiores a las ganas de victoria de Sainz y Triay.
Necesitado el choque de un tercer envite, se lo jugaron a órdago y salió cara para Marrero y Josemaría. No encontraban tanta resistencia como en minutos anteriores pues tanto Gemma como Lucía parecían algo tocadas tras haber perdido el set anterior y su acierto se transmutó en errores que les frenaban en seco al tiempo que sus oponentes se espoleaban y marcaban un paso de legionario. No pudieron seguirlas y terminaron por cederles la gloria de la final (6-4, 6-7 y 1-6) y el número 1 en solitario a Marrero tras la derrota de Marta Ortega en la otra semifinal.
Así, la final pondrá en liza a las dos parejas que se presupone con más opciones de pelea a lo largo del año, Alejandra Salazar y Ariana Sánchez ante Marta Marrero y Paula Josemaría no antes de las 12 horas.
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