Un número 1 tiene que demostrar en su deporte, que lo es, y en Córdoba, Marta Marrero y Martita Ortega ofrecieron una lección de todo lo que tiene que tener: valentía, garra, fuerza, físico, carácter y gen ganador.
Delante tenían unas rivales nada fáciles para llevarse la victoria, Eli Amatriain y Patty Llaguno, oda a la resurrección constante, a la sonrisa, al apoyo mutuo, a la pelea incansable, por lo que el partido estaba muy abierto, máxime teniendo en cuenta que ninguna de las parejas llegaba con kilómetros de más tras sus respectivas eliminatorias.
El caso es que el duelo que comenzó con intercambios constantes pero un juego pausado, largo (en 40 minutos de partido todavía reflejaba el marcador un 1-2), del que les va mejor a Patty y Eli que, a pesar de ello, veían cómo poco a poco se inclinaba el campo en favor de sus oponentes.
Muy cómodas en las transiciones y apretando justo cuando debían, las ‘Martas’ sumaban punto tras punto con cierta facilidad y se acercaban, ahora sí con mayor rapidez, a la consecución del primer set, que hicieron suyo tras otras dos roturas de saque.
En el segundo, el merme físico de Patty Llaguno no solo por el golpe en el dedo del sábado, sino por unas dolencias en la cadera, se hizo más evidente y lo que en ella es seguridad y acierto se convirtió en demasiados errores para lo que nos tiene acostumbrados, y eso las chicas de Juan Alday lo supieron aprovechar a la perfección. Excelente juego el suyo para endosar un resultado siempre doloroso, y más en una final, un rosco que sentenciaba de manera definitiva el choque (2-6 y 0-6).
En definitiva: siete títulos para ellas, igualando la mejor temporada de la canaria Marrero, primera jugadora que llega al número 1 con dos parejas diferentes (en hombres ya se había conseguido en la persona de Fernando Belasteguín) y convirtiendo a Martita Ortega en la jugadora más joven en sentarse en el trono mundial del pádel. Una pareja compenetrada al 100% que ya tiene en mente su próximo objetivo: el Master Final de Barcelona.
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