Enorme triunfo, de esos que valen doble (y esta vez nunca mejor dicho). Patty Llaguno y Eli Amatriain, las »jugadoras hormiguitas» del circuito, se hacían con una victoria muy importante ante una de las dos parejas que peleaban por el número 1 al final del año: Alejandra Salazar y Ariana Sánchez.
Partido raro, de comienzo incómodo, con muchas roturas de servicio tanto en uno como en otro lado, sin que ninguna de las dos parejas consiguiera imponer su saque y en ese juego de alternancias, el poso y la calma de las pupilas de Neki Berwig se hizo más efectivo.
Porque Patty y Eli resurgieron una y otra vez cuando más golpeaban Ari y Ale, cuando más fuertes se hacían la madrileña y la catalana y siempre que se ponían por delante, les devolvían la apuesta. Así llegaron al tie break en donde la muñeca de Patty y una Eli que terminó de soltarse se impusieron (7-4), dejando el primero en su casillero.
En el segundo, los breaks volvieron a estar a la orden del día, esta vez favorable primero para las de Juan Alday, quienes se adelantaban en el marcador y llegaban por delante a un pequeño parón que sufrió el partido por un golpe que se dio Llaguno contra la verja y que dejó su dedo anular derecho morado y con una herida con sangre. Todo se quedó en una pequeña molestia, pues la de Cartagena salió con todo y eso descentró en parte a sus oponentes, algo más achicadas y faltas de esa mordiente que otras veces han mostrado. Unos cuantos errores seguidos suyos los aprovecharon desde el otro lado y tanto Eli como Patty, con un break a favor y conservando su saque, cerraron el partido (6-7 y 4-6) y dieron la gran sorpresa del cuadro femenino, dejando al ‘Equipo A’ sin número 1 en este 2019.
Por su parte, las »Martas», Marrero y Ortega, se aseguran llegar al final de temporada como números 1 tras ganar a Lucía Sainz y Gemma Triay y verse favorecidas por la derrota de Ale y Ari.
Dos jugadoras que este año se han mostrado poderosas a lo largo del año, que han ofrecido una gran regularidad y que llegarán al Master Final con un mínimo de seis títulos este año (siete si se imponen aquí en Córdoba).
En esta ocasión eliminaban a Gemma y Lucía por 6-7 y 2-6 tras un primer set muy, muy igualado y un segundo en el que su juego estuvo mucho más fluido, más autoritario y, sobre todo, con mejor producción de puntos y breaks, que les sirvieron para irse directas y con mucha más tranquilidad hacia las semis.
Resultado parecido se vivió en el partido entre Mapi y Majo Sánchez Alayeto ante Bea González y Delfina Brea, a las que dejaron fuera por un global de 7-5 y 6-3. Igual que en el otro, un primer set muy competido y decidido por escasos detalles y diferencias, dio paso a un segundo en el que las ‘Atómikas’ estuvieron mucho más finas, eligieron mejor los golpes y desde la red supieron sacar más partido a los golpes ofensivos.
El partido que sí tuvo emoción desde el principio y hasta el final lo protagonizaron unas muy crecidas Verónica Virseda y Maricarmen Villalba ante Paula Josemaría y Ana Catarina Nogueira. La madrileña y la andaluza se dejaron en el hotel los tapujos y se vistieron con el traje de la ambición y la ilusión.
Si ya en el primer envite dieron un aviso serio en un ejercicio de breaks y contrabreaks que se definió muy ajustado para la extremeña y la lusa, en el segundo, Vero y Maricarmen, lejos de bajar los brazos, confirmaron su buen momento y su acople a la pista peleando de nuevo, agarrándose y devolviendo con idéntica intensidad y fuerza las acometidas que llegaban desde el otro lado de la red. Ello les valió para forzar el tie break e imponerse en él, llevando las tablas al marcador.
En el tercero, sin embargo, la dupla nº4 subió un escalón más y pudo dominar con algo más de tranquilidad y solvencia, marcando mejor los tiempos del partido y, ahora sí, finalizando de manera positiva para sus intereses el partido, logrando su séptima semifinal del año (5-7, 7-6 y 2-6).
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