El trabajo diario, las ganas de mejorar y la constancia dan en muchas ocasiones sus frutos y si no, que se lo digan a Javi Ruiz y Uri Botello. Una pareja que basa su crecimiento en los entrenamientos, la obsesión por demostrar que no todo es talento natural y, sobre todo, en hacer ver que pueden dar muchos sustos.
Y es que el granadino y el melillense son de esos jugadores de gimnasio, de los que trabajan día sí, día también para estar en la cumbre, de los que saben que nadie te regala nada y por ello van a por todas las pelotas, lo pelean todo, nunca se cansan y esta vez han tenido su premio. Primera final para ellos en una prueba Open, un premio al trabajo tras vencer en un partido muy intenso a Matías Díaz y Franco Stupaczuk, veteranía y juventud, fuerza y talento.
El duelo comenzó con las dos parejas ofreciendo una gran versión y demostrando que habían llegado hasta ahí, derrotando a las parejas 2 y 3 del ranking, no por casualidad, sino por oficio. Mati y Stupa se pusieron con break y servicio dos juegos arriba, pero la moneda les vino devuelta y todo se volvió como al principio; así, igualdad hasta los instantes finales en los que un nuevo break, esta vez para la dupla española, fue la puntilla que certificó el primer envite (6-4).
En el segundo, más de lo mismo, subiendo los cuatro el nivel pero esta vez con Javi y Uri por delante (3-0); sin embargo, los de Carlos Pozzoni supieron igualar de nuevo, resurgiendo una vez más a base de oficio, y tiraron abajo la puerta para poner el 3-3 y dejarlo todo para un final de infarto. La igualdad se mantuvo durante el resto del set hasta que en el duodécimo juego, Stupa remataba una pelota pero al caer, caminó hacia atrás con la mala fortuna que su pie paró en la intersección entre la pista y el cristal de fondo, torciéndose el tobillo, por lo que tuvo que ser intervenido por la fisio del circuito, pararse el juego y, aunque volvió, quedaba solo un punto, pues iban 6-5 abajo y 40-30 y Mati, buscando otro remate, falló la bola que les dio el pase a Botello y Ruiz (7-5). Premio muy merecido.
En la otra semifinal sonrieron Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez. Los números volvían a una final, como en Madrid, tomándose la venganza respecto a sus verdugos, Agustín Tapia y Fernando Belasteguín, a los que derrotaron con amplitud (3-6 y 2-6), en una de las mejores versiones de la temporada de Sanyo Gutiérrez quien, al igual que en cuartos, se echó el equipo a la espalda y ofreció un auténtico recital.
Maxi le acompañó en varios de los compases del juego mientras que por el otro lado, Bela y Agus estuvieron algo más grises, sin terminar de explotar del todo y sin encontrar los resquicios para atacar que sí tuvieron en el Master de Madrid.
El caso es que los ‘Maestros’ definieron rápido ambos sets y manejaron con tranquilidad la ventaja, accediendo a una nueva final en la que buscarán levantar otra copa. A partir de las 10 sabremos si son los vencedores.
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