Con esas tres claves se puede resumir lo que dio de sí la final del Challenger de Outeiro de Rei, el primero de este año en la categoría y que ha escrito, por vez primera, el nombre de Álvaro Cepero y Pablo Lijó como campeones desde que se creara esta competición.
Primero remontada, ya que sus rivales, Álex Ruiz y Martín Sánchez Piñeiro apretaron de lo lindo y demostraron que su billete a la final era más que merecido, después con emoción, pues fueron tres sets muy, muy parejos que sol pequeños detalles decidieron y, por último, desenlace apretado, pues un único break marcó la diferencia en la parte final del choque.
Álex y Martín salieron algo más acertado en la estadística, metiendo mucha bola y apretando desde la volea, lo que les dio como rédito un break que aprovecharon como si fuera un oasis en el desierto, agarrándose a él para lograr la única ventaja de que dispusieron en el primer envite y que les dio el primer pasito hacia el título (4-6).
Pero no se iban a rendir, ni mucho menos, sus rivales, y pagaron con la misma moneda en el segundo, siendo ahora ellos los que conseguían romper el servicio y empatar el partido 6-4).
Con las tablas en el marcador, quedaba la batalla final, el desenlace que, por supuesto, estuvo a la altura de lo que se venía viendo sobre la pista. Los cuatro salieron a atacar más que a defender, buscando en todo momento hacer daño al rival y despegarse en el marcador, pero ninguno lo conseguía.
Fueron pasando los juegos y todo seguía igual hasta que, en el 5-5, cuando el choque se encaminaba sin freno hacia el te break, Lijó y Cepero supieron aprovechar un leve resquicio de duda y de espacio en la pista para adelantarse con un break y asegurar posteriormente su servicio (7-5), logrando así su primer título del año, con un resultado de 4-6, 6-4 y 7-5. Un magnífico partido para poner la guinda al primer Challenger de la temporada, que tendrá continuación a partir del 23 de septiembre en San Javier (Murcia).
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