Muchos detalles que contar en esta ronda de octavos de final del torneo de Logroño. Empezando por el sorpresón de la eliminación de Juani Mieres y Ale Galán a manos de Juan Cruz Belluati y Pablo Lijó hasta la tinta que tuvieron que sudar Pablo Lima y Fernando Belasteguín para conseguir imponerse a unos extraordinarios Gonzalo Rubio y Ernesto Moreno.
Y es que la ronda de octavos volvió a dejar patente que cualquier puede ganarte, que no hay rivales débiles y que como no estés al 100% te pasan por encima.
Si no, que se lo digan a Ale Galán y Juani Mieres, quienes no encontraban el tino necesario y se derrumbaban ante el empuje que ofrecían Lijó y Belluati. Empuje que no se vino abajo a pesar de ceder el primer set, sino que creció y creció y fue comiéndoles poco a poco, logrando más y más puntos desde la red, aguantando las embestidas de un Galán muy activo y bien acompañado por Mieres que, no obstante no fueron fórmula suficiente para superar a la dupla que vestía de morado Semana Santa (3-6, 6-2 y 6-4).
Los que sufrieron igualmente pero sí encontraron la vía de la victoria fueron Bela y Lima, que tuvieron enfrente a una pareja que se ha quitado la vitola de tapados y ha mostrado todas sus cartas: buenos movimientos, juego alegre, pegada y mucha consistencia. Esos son los argumentos que enseñaron Gonzalo Rubio y Ernesto Moreno para lograr lo que pocos o casi ninguno consigue, forzar un tercer set ante ‘los Depredadores’ y más aún, ponerles contra las cuerdas.
Y es que, a pesar de ceder el primer set, los dos andaluces demostraron muchas ganas para demostrar que este año puede ser muy bueno para ellos, y lo lograron, bajando las revoluciones al choque, juntándose más y apoyándose constantemente en las recuperaciones, logrando desestabilizar a los dos gigantes que tenían enfrente y que pasaron de tener los pies de plomo a tenerlos de barro y hundirse, zozobrando con un parcial demasiado amplio para ellos en contra. Y en el tercero, con todo por decir, la experiencia suele ser clave y más el saber cerrar partidos y ahí Bela y Lima van sobrados; a pesar de llegar muy ajustados al final, tanto que tuvieron que tirar de tie break, Bela y Lima se concentraron en ganar sus saques y apretar al resto, receta que les dio el rédito suficiente para llevarse el partido, si bien los reconocimientos fueron, más que merecidos, para Gonzalo y Ernesto (6-2, 3-6 y 7-6).
Sorpresa también en el partido entre Lucho Capra y Miguel Lamperti frente a Juan Tello y Fede Chingotto. Los dos jóvenes argentinos se impusieron a Lamperti y Capra con su habitual juego móvil, sus enormes zancadas y con un Tello que lo remataba todo y un Chingotto ayudaba con lo que mejor sabe hacer, defender y contraatacar sorprendiendo con sus aperturas de ángulos. Así, consiguieron más amplitud de marcador de la que cabria esperar y que suponía su pase a cuartos de final (6-4 y 6-2).
Más allá de estos duelos, cabe reseñar la victoria de un Javier Glez. Barahona que crece por momentos junto a Franco Stupaczuk ante Javier Ruiz y Uri Botello (6-3 y 6-4) o la más amplia todavía del huracán andaluz compuesto por Paquito Navarro y Juanito Lebrón ante la pareja brasileña formada por Lucas Campagnolo y Lucas Bergamini.
A cuartos accedían también Juan Martín Díaz y Agustín Tapia (este cada día mejor y con más poso) frente a Adrián Blanco y Javier Martínez Vázquez (6-3 y 6-2), los únicos supervivientes de la fase previa y que a pesar de lo abultado de la derrota vendieron cara su piel.
Por último, Maxi Grabiel y Ramiro Moyano apenas tuvieron oportunidad de pelea ante la enorme contundencia y capacidad generadora de puntos de Ramiro Moyano y Cristian Gutiérrez (1-6 y 0-6), ambos muy metidos en el partido y que estuvieron en uno de esos días en los que te sale todo. Y los números uno, Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez no tuvieron problemas en su debut en Logroño al llevarse el primer partido para ellos, siendo sus rivales Seba Nerone y Álvaro Cepero, otros que vendieron cara su piel no les dejaron irse más que por un par de errores puntuales que decantaron la balanza a favor de unos postreros breaks para los pupilos de Nito Brea (5-7 y 4-6).
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