Más madera al fuego encendido entre las Federaciones Autonómicas y la Federación Española de Pádel. El lío continúa avivado por un comunicado emitido por Pere Hernández, presidente de la Federación Catalana y uno de los protagonistas de los enfrentamientos, en el que solicita la dimisión de Alfredo Garbisu, su homónimo en la Española, tras la decisión del Tribunal Superior de Arbitraje de anular la orden de cese de su cargo que desde la Federación Internacional le habían impuesto tras la solicitud del propio Garbisu.
Tal y como cuenta el propio Sr. Hernández en su carta, »el pasado 19 de febrero, el Tribunal Arbitral del Deporte con sede en Lausana ha declarado nula la decisión de la Federación Internacional de Pádel (FIP) de fecha 3 de abril de 2018 de destituirme como vicepresidente de la FIP. El tribunal internacional deportivo ha resuelto que nunca he estado legalmente destituido de mi cargo en la FIP y que, por tanto, sigo actualmente en la posición efectiva de vicepresidente de la misma. El TAS ha analizado toda la documentación aportada y revisado los hechos sucedidos entre el 12 de octubre de 2017-fecha de celebración de la Asamblea General de la FIP en la que el presidente de la Federación Española de Pádel, el Sr . Alfredo Garbisu, solicitó mi destitución como vicepresidente de la FIP única y exclusivamente por razones de tipo ideológico y el 3 de abril de 2018, fecha de mi destitución».
Todo ello implica, según la carta del TAS, las siguientes medidas:
1. Se estima el recurso de apelación interpuesto por el Sr. Pedro Hernández Ripoll el 20 de abril de 2018
2. La decisión emitida por la Federación Internacional de Pádel de 3 de abril de 2018 queda anulada
3. El Sr. Pedro Hernández Ripoll nunca ha sido destituido de su posición como miembro de la Junta Directiva y vicepresidente de la Federación Internacional de Pádel
4. Los gastos de este arbitraje, a determinar por la Secretaría del TAS, serán íntegramente asumidas por la Federación Internacional de Pádel
5. La Federación Internacional de Pádel está obligada a pagar al Sr. Pedro Hernández Ripoll la cantidad de 10.000 francos suizos como contribución a los gastos generadas con relación a este arbitraje
6. Todas las demás mociones o peticiones presentadas por las partes son desestimadas.
Siguiendo con el documento, al que se puede acceder de manera íntegra a través de este enlace, se menciona que »los estatutos de la FIP establecen en el Artículo 19.9 (VII) que, si un directivo es sancionado por un organismo nacional o internacional, debe cesar de su cargo a la FIP. El presidente de la FEP mintió a la Junta Directiva de la FIP, como se ha expuesto, con el único objetivo de conseguir mi cese. La mentira flagrante introducida por el Sr. Garbisu no es casualidad, ya que los certificados oficiales emitidos con desprecio a la verdad son claramente instrumentales para lograr la aplicación de dicho artículo y con ello, mi destitución, la que se produjo el 3 de abril de 2018 tras una decisión de la FIP cargada de irregularidades y que el TAS ha declarado nula. Por eso me vi moralmente obligado a denunciar la FIP ante el TAS, con el máximo respeto a la institución federativa, pero no a la manera de proceder de sus dirigentes».
Y concluye la misma con el mensaje quizá más destacado y que abre esta noticia y es que solicita de manera inmediata, la dimisión de Alfredo Garbisu como presidente del máximo organismo del pádel nacional:
Mediante este comunicado, y al amparo de la resolución del TAS, solicito en nombre propio, y como presidente de la Federación Catalana de Pádel, la dimisión del presidente de la FEP, Sr. Alfredo Garbisu, y en cualquier caso, su inhabilitación por parte de los órganos competentes de ámbito nacional, al haberse demostrado su mala práctica, y las mentiras vertidas a la FIP en nombre del pádel español. Estoy convencido de que su comportamiento y su manera de proceder no lo hacen digno de presidir el pádel español ni de representar a España en la FIP como país miembro asociado.
Veremos cómo continúa todo este entramado y si en un cierto corto periodo de tiempo tiene solución, ya que el pádel español no puede ni debe continuar con estos líos y enfrentamientos en su propio seno administrativo.
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