El Pabellón de Miribilla tendrá una cita femenina a la altura del excelente torneo que está viviendo toda la semana. Un partido ya clásico de otras temporadas y que este año no se ha disfrutado tanto como esperaban los aficionados. Alejandra Salazar y Marta Marrero se las verán con Mapi y Majo Sánchez Alayeto tras dos semifinales en las que han dado sendos golpes sobre la mesa.
Primero se clasificaron la madrileña y la canaria en el partido que se esperaba más igualado en la jornada al tener enfrente a Gemma Triay y Lucía Sainz, pero es que las ‘Fieritas’ no dejaron una sola bola sin apretar, un solo punto sin luchar y un minuto sin demostrar que venían a por la victoria, mordiendo de manera incesante, no dejando que Lucía y Gemma saliesen de la cueva (2-6 y 2-6).
Percutieron y percutieron sobre el fondo para lograr la venganza del torneo de Granada, devolviendo el golpe sureño en el norte a base de breaks, que les valieron en el primero para rápidamente venirse arriba y colocarse con un parcial de cinco juegos a uno, ventaja que supieron administrar eficientemente para cerrar el primer set sin demasiado desgaste. En el segundo, más de lo mismo, con un recital de breaks sustentados por las bandejas mortíferas de Salazar y los remates de la canaria, los cuales hacían mucho daño y supusieron el golpe definitivo que les brindó el pase a la final.
Mapi y Majo, un recital ofensivo ante la juventud de Martita y Ari
Las hermanas Sánchez Alayeto, especialmente Majo, fueron un vendaval de juego ante Marta Ortega y Ariana Sánchez, a las que derrotaron por 3-6 y 1-6. Apretaron las hermanas desde el inicio con un break que les sirvió para poner el modo aniquilador, percutiendo especialmente en el lado de Ariana, a la que no dejaron que se le encendiese la bombilla en ningún momento y que solo se dedicase a defender.
La distancia, lejos de disminuir, cada vez se hacía más grande y las gemelas crecían y crecían, sin techo alguno, poniéndose a una altura inalcanzable para sus rivales y metiendo golpes desde cualquier lado, ya fueran remates, bajadas de pared, dejadas, bandejas a la verja…todo con suma efectividad y llegando a desesperar a Martita y Ari.
Tras hacerse con el primero, más solventes fueron incluso en el segundo, fallando incluso menos y rozando el nivel de matrícula de honor, rozando un nivel pocas veces visto y haciendo que Ari y Martita viesen la bola pasar una y otra vez, pero siempre recogiéndola del suelo, en su lado de la pista. Tres breaks les dieron a las mañas la victoria y el acceso a una final por todo lo alto.
Este domingo, no antes de las 11:30, tendremos el desenlace de un grandísimo torneo.
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