Existen múltiples opciones en el mercado del pádel y no siempre el precio es un buen indicador de la calidad. Tanto para aquellos que llevan algún tiempo jugando a este deporte, como para los que se acaban de iniciar en la actividad, uno de los elementos clave que puede potenciar la calidad en el campo es la pala elegida para jugar las partidas.
Hay que tener en cuenta que a diferencia de otros deportes semejantes, aunque los vestidos de pádel puedan facilitar la movilidad, la potencia y la táctica que se puede llegar a alcanzar con una pala de grandes prestaciones puede ayudar a que los golpes de un jugador novel sean más rápidos y se requiera menos esfuerzo para conseguir el mismo resultado.
Decir que existen palas de pádel ganadoras puede ser ganadora suele ser considerado algo tabú. Aunque está claro que la habilidad del jugador es definitoria en el campo de juego, una buena pala puede determinar el resultado de una partida, especialmente cuando barajamos raquetas que pasan de un segmento a otro (por ejemplo al pasar de una unidad de gama baja a otra de gama superior).
¿Qué debo tener en cuenta a la hora de elegir una pala según mis características?
Existe una serie de factores que hemos de considerar antes de dar el salto y realizar una inversión en una pala que se ajuste a nuestro perfil personal. Es interesante haber jugado a este deporte con anterioridad, aunque sea con una pala prestada o con una pala de gama baja, para poder empezar a ser conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles. Cada formato de pala cumple una función específica, y si sabemos elegir acorde a esas fortalezas y debilidades que hayamos recogido a lo largo de la experiencia, podremos avanzar significativamente en dirección a nuestro triunfo en la pista.
La forma de la pala es el primer aspecto fundamental
Cuando entramos en una tienda de pádel y empezamos a tantear las diferentes palas que se nos presentan, podemos observar que existen diferentes formatos. Principalmente existen tres formas dominantes:
La pala con forma de diamante: estas suelen estar indicadas para jugadores avanzados, dado que aportan un mayor grado de potencia al tener el balance ubicado en la parte superior o »cabeza» de la pala, pero generan un nivel más alto de inestabilidad que inducirá a los jugadores recién iniciados a fallar muchas bolas. Como suele decirse en estos casos: »La potencia sin control no sirve de nada».
La pala con forma redonda: esta es la pala más simple que existe y tiene el punto de balance mucho más bajo que la de forma de Diamante. Esto facilita en gran medida el golpe, pero requiere mucha más fuerza para alcanzar el mismo grado de potencia. Esto evidentemente provocará que, de media, nuestras bolas salgan más débiles y sea más fácil contra-atacarnos, haciéndonos perder la partida. Este tipo de pala solo está recomendada para jugadores muy noveles que premien más el aprendizaje a ganar partidas.
La pala con forma de lágrima: se suele decir que este tipo de pala es un punto intermedio entre las dos mencionadas anteriormente. Como nos habremos podido dar cuenta en este punto, la forma de la pala simplemente modifica el punto de equilibrio, con lo cual podremos deducir que este tipo de pala tiene un punto de balance justo en un término medio entre el centro y la »cabeza». Gracias a este formato, conseguiremos aumentar la potencia significativamente, a pesar de sacrificar un poco de estabilidad en el golpe. Suele estar indicada para jugadores ocasionales que ya tienen un buen golpe y quieren empezar subir el nivel de juego.
El nivel de dureza marca un estilo
La mayoría de las partidas de pádel suelen ser muy técnicas y rápidas aprovechando todos los ejes del campo para desequilibrar al contrincante. Esto implica que los movimientos lentos y estratégicos no suelen ser tan comunes en este deporte.
A pesar de ello, la dureza puede marcar el estilo de juego dividido principalmente en dos grupos:
Palas duras: a mayor dureza, mayor potencia en el golpe. Pero la dureza implica una necesidad de mayor fuerza para resistir el impacto. Suelen tener la mejor combinación con las palas de tipo diamante, dado que la dureza se compensa con la forma, obteniendo la máxima potencia posible. Generalmente esta combinación suele ser adecuada para jugadores con mucha experiencia que disfruten ejecutando golpes rápidos y constantes.
Palas blandas: la principal ventaja que tienen este tipo de palas es que absorben muy bien los golpes, minimizando al máximo las vibraciones de la pala. Esto suele ser muy recomendado en caso de tener algún problema en la muñeca. Generalmente las palas de iniciación son relativamente blandas y redondas para acostumbrar a la muñeca y al usuario a un golpe certero y más suave. Otra ventaja de este tipo de superficies es que permiten incrementar el agarre de la pelota, con lo cual es posible ejecutar movimientos de bola con mayor efecto.
Conclusiones
Al igual que la ropa de hombre de pádel u otro tipo de indumentaria, es imprescindible a la hora de optimizar nuestra experiencia en el campo, debemos hacernos con una pala que se adapte a nuestros requisitos de la manera más personalizada posible siguiendo los criterios anteriormente mencionados
Precisamente existen empresas como Smashinn, tienda online de Pádel, capaces de proporcionarnos toda la equipación necesaria que para que nuestros progresos vayan haciendose una realidad con el paso del tiempo.
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