Los cuartos de final del Andorra Open en el cuadro masculino fueron una auténtica batalla aérea, con cuatro choques en los que la pelota voló de lado a lado y salía disparada constantemente hacia el cielo andorrano. Hubo potencia, remates por doquier y salvadas de bola imposibles para muchos mortales.
Y es que en los cuatro enfrentamientos se pudieron ver puntazos de todos los estilos y colores, recuperaciones impensables, golpes desde fuera de la pista y mucho show, eso si, con todos los favoritos logrando el pase a las semis.
Los primeros en conseguirlo fueron Matías Díaz y Ale Galán en un partido complicado ante los siempre aguerridos Uri Botello y Javier Ruiz, pareja en continuo crecimiento que dio otro paso más en su demostración de que pueden estar ahí arriba (6-4 y 7-6). El partido se decidió, únicamente, por dos breaks; esa fue la diferencia que les separó y que inclinó la balanza por ranking, que no por entrega, pues los cuatro lo dieron todo, sobre todo un Javi Ruiz que en cada torneo va a más y un Ale Galán que restacaba una y otra vez bolas perdidas y que barría la pista sin descanso.
Después se vieron las caras Cristian Gutiérrez y Franco Stupaczuk ante la pareja brasileña de circunstancias compuesta por Pablo Lima y Marcello Jardim, a los que derrotaron por 4-6 y 3-6. Empezaron muy fuertes y con ganas los cariocas, con Lima llevando el peso de la pareja e intentando, a base de garra y empuje, contrarrestar el recital que ofrecían Cristian y su muñeca y a los altos vuelos de Stupa, pero terminaron cediendo, con un Jardim visiblemente cansado y justo de físico para cerrar su temporal aventura en los cuartos.
Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez se mostraron sólidos en la repetición de la final de Mijas ante Juan Cruz Belluati y Juan Lebrón. Esta vez el choque estuvo muy igualado (6-4 y 7-6) y también fueron dos breaks los que decidieron la fortuna de los vencedores. Un Belluati imponente en el cambio de ángulos, un Lebrón con devoluciones increíbles, un Maxi muy sólido en tareas de construcción y Sanyo como siempre, sacando a relucir su gran muñeca, así podría resumirse un encuentro en el que hubo alternancias para todos pero en donde el mayor poso y experiencia de los argentinos fue clave.
Por último, saltaban a pista Juani Mieres y Miguel Lamperti ante Paquito Navarro y Juan Martín Díaz. Duelo puro de pegadores, carisma, conexión con el público y entrega. Cara a cara el canoso Lamperti con su homónimo en cariño con el respetable andaluz, lo que hizo surgir la chispa. Victoria para Paquito y Juan Martín por 1-6 y 4-6, con un primer parcial sublime, en el que arrancaron con varias marchas más y metiendo la directa sin apenas errores.
Al salir del banco, los de Bahía Blanca estuvieron más entonados, pudiendo ahora sí conectar sus tiros ganadores y proponiendo mucha más igualdad, se centraron en defensa y desde ahí, construyeron para llegar vivos a la parte final donde un nuevo arreón de Paquito y JMD puso el break definitivo en su contra y con él, el adiós a estar en semifinales.
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