Qué manera de llegar a la final, tremendo desgaste por parte de los cuatro afortunados que ya pueden decir que han inscrito su nombre en el último escalón del Open de Suecia 2018, el primero en tierras escandinavas. Paquito Navarro y Juan Martín Díaz contra Fernando Belasteguín y Pablo Lima, duelo en la cumbre.
Ambas parejas consiguieron llegar a la final, pero con mucho, mucho trabajo. Los primeros en lograrlo, Paquito Navarro y Juan Martín Díaz, no partían además como favoritos en su eliminatoria ante Matías Díaz y Ale Galán. Y es que tras eliminar a Maxi Sánchez y Sanyo Gutiérrez con una gran demostración de pádel, el madrileño y el Warrior llegaban con la moral muy alta, y bregaron en cada centímetro de la pista, pero el coraje y la entrega de Paquito y Juan esta vez fueron mayores (6-7 y 4-6).
También es verdad que el sevillano y el argentino nacionalizado español ofrecieron su mejor versión del curso, igualando cada uno de los envites de sus oponentes y demostrando seriedad y conjunción, cerrando puertas y subiendo todavía más el nivel al llegar al tie break, el momento decisivo donde dieron un paso al frente y se juntaron para hacerse con el primer parcial.
En el segundo set, de nuevo empezaron los cuatro mandando con sus respectivos servicios hasta que apareció el primer break (a favor de Paquito y Juan Martín) en el tercer juego. Paquito siguió creciendo y sus rivales ya únicamente pudieron ir a remolque hasta el final, no logrando recortar esa distancia que se haría definitiva con otro break más en el décimo juego.
Bela y Lima se las tienen muy tiesas con los ‘Juanes’
Los números 1, algo más tranquilos tras la derrota de Sanyo y Maxi en cuartos, necesitaron de su mejor versión para aspirar a la lucha por otro título. Y es que Juan Lebrón y Juan Cruz Belluati, una pareja que juegue lo que juegue, da siempre el 100% y cuesta que hinquen la rodilla, porque su pádel es agresivo y eléctrico, pura potencia y movilidad, y no suelen dejar huecos por los que colarse.
Pero Bela es mucho Bela, y aunque en el principio del partido se vio poco acompañado de su compañero brasileño, supo aguantar las acometidas de los ‘Juanes’ y mantenerse en el partido, a rebufo siempre, pero sin soltarse, haciendo la goma. Así llegaron al 6-6 y en el tie break fue donde se demostró el ranking, máxime teniendo en cuenta que entonces apareció el de Porto Alegre para soltar el brazo y poner un 3-0 más que amplio que se mantuvo hasta el final.
Con el primero en el bolsillo y tras un pequeño rifi rafe entre Lebrón y Bela (por la altura del saque del argentino) que por suerte solo fue un intercambio de quejas del andaluz, se inició el segundo con idénticos argumentos que el primero: igualdad y garantía de cada dupla con su saque. Nadie encontraba resquicios para el break y en esa igualdad Bela y Lima suelen encontrarse muy cómodos, manejan el choque a su antojo y, otra vez en el tie break, dieron la misma medicina que en el primero: el brazo izquierdo de Pablo Lima.
Dominando la muerte súbita, obtuvieron el segundo set y con él el billete para la gran final tras dos sets muy intensos (6-7 y 6-7) que dejaron claro que la igualdad es la nota predominante y que cualquiera puede hacerte perder.
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