No especularon ni bajaron un ápice el listón Alejandra Salazar y Marta Marrero en pos de llegar a la final del Alicante Open, máxime cuando enfrente tenían a sus últimas verdugos, Gemma Triay y Lucía Sainz, ante quienes se cobraron la pertinente venganza de la cita de Badalona.
Si en la final catalana las chicas de Pablo Aymá ofrecieron un gran recital de puntos y juego, en esta ocasión las chicas de Juan Alday dieron la réplica y les dejaron sin final, y lo hicieron con un marcador contundente (2-6 y 4-6). Segunda final consecutiva para ellas y esta vez llegan con menos desgaste y con Alejandra más rodada, lo que puede suponer un plus.
En lo que respecta a este partido, decir que la madrileña y la canaria entraron como locomotoras, dispuestas a comerse a sus oponentes, a no dejarles hilvanar su juego, a tomar la red y construir en ella un fortín sobre el que atacar constantemente y sin desvanecimiento alguno. Con esos ingredientes, Ale y Marta se ponían con 0-4 a su favor al poco de empezar, consiguiendo dos breaks muy ventajosos y consolidando en ambos su saque, cosechando así una distancia insalvable para las rivales, que terminaron dejándose llevar.
Se esperaba una reacción propia de las campeonas de Badalona pero lejos de eso, Marta y Alejandra continuaron con su modo de batalla, y sumaron otro break a su favor que les puso con 3-1 en el luminoso. La dupla nº2 del ranking sacó entonces, viéndose contra las cuerdas, su mayor repertorio de golpes, atacando sin cesar y soltando, por fin el brazo, una de sus grandes señas de identidad, para igualar el marcador (3-3)
No obstante, no fue suficiente ante la gran confianza que demostraron Ale y Marta, quienes con otro break en el bolsillo, pusieron la puntilla al resultado y al partido, cerrando la semifinal a su favor.
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