Como ya he comentado en otros artículos, cada vez que una persona oye hablar de un psicólogo deportivo, lo relaciona o con esa enfermedad inexistente que es la »locura» (hay que hacer énfasis que los Psicólogos Deportivos no trabajamos la patología, y que es conveniente siempre que se observa patología clínica, se derive a un psicólogo clínico), o lo relacionan con motivación del deportista (algo más ajustado a la labor que podemos llevar a cabo).
Dentro de estos dos aspectos hay un apartado que no hay que dejar de lado y que puede estar más ligado al rendimiento deportivo, y es el papel del psicólogo deportivo en la »prevención y recuperación de lesiones», junto a otros miembros del equipo técnico como puede ser el fisioterapeuta, el preparador físico o el entrenador.
En primer lugar, el psicólogo deportivo tiene un importante papel en la prevención de lesiones relacionadas con el estrés psicosocial del jugador, tanto antes como en la fase de recuperación de la lesión, así como en la reincorporación del jugador a la vuelta a la cancha.
En la fase de prevención es importante conocer qué aspectos o variables están afectando al deportista a nivel mental y que incrementan la probabilidad de lesionarse, así como la historia previa de lesiones y las situaciones de estrés que pueden producir aquellas lesiones relacionadas con el propio estrés (normalmente, lesiones de tipo muscular), de cara a tratar de reducirlas o gestionarlas de forma adecuada para reducir la probabilidad de lesión.
Durante la fase de rehabilitación, es muy importante el apoyo emocional hacia el jugador lesionado, así como el trabajo conjunto entre los diferentes actores involucrados en la recuperación del jugador, como pueden ser el propio jugador, el médico, el fisioterapeuta, el preparador físico o el entrenador. En esta fase es importante la labor del psicólogo deportivo no sólo en la gestión y evaluación de las manifestaciones emocionales y de dolor por las que pasa el jugador durante la lesión, sino también el control de expectativas, así como en el asesoramiento y entrenamiento en habilidades psicológicas al entorno del jugador (entrenador, familiares, etc,.).
Por último, una vez recuperado el jugador de la lesión, debe hacer frente a una de las fases más estresantes, que es el volver a desarrollar su actividad deportiva, cuyo estrés puede incrementarse si el tiempo de inactividad ha sido elevado. Este estrés puede provenir de un cambio de estilo de vida del jugador de pádel, diferente al que ha llevado durante la lesión, las exigencias de los entrenamientos y la competición, el no alcanzar el nivel de rendimiento previo a la lesión, las expectativas tanto propias como externas, el miedo a una recaída, etc,. Todos estos aspectos forman parte del trabajo del psicólogo deportivo en dicha fase.
Durante todas estas fases es importante el trabajo conjunto entre todos los actores implicados en la recuperación del jugador, con una constante comunicación entre el jugador y el resto de profesionales.
En relación al trabajo psicológico a llevar a cabo en la prevención y recuperación de lesiones, es importante que la labor realizada en cada una de estas fases sea llevada a cabo por un profesional experto en Psicología Deportiva (Licenciado en Psicología y Experto en psicología deportiva) dado que cuenta con una extensa »caja de herramientas» que facilitarán la recuperación del jugador.
Para finalizar sólo deseo una pronta recuperación a todos aquellos jugadores de pádel tanto profesionales como amateurs que están recuperándose de alguna lesión.
Os deseo un FELIZ AÑO 2018!!
Juan P. Vegas
Licenciado en Psicología (UCM)
Experto en Coaching y Psicología Deportiva (Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid)
Experto en Psicología Deportiva (UNED)
Col.: M-31595. Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
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