Mapi Sánchez Alayeto y Majo Sánchez Alayeto guardan en común, además de ser hermanas y compartir marca, el hecho de que ambas tienen al principio la letra M, la M de MAESTRAS, un adjetivo que les va como anillo al dedo tras demostrar en 2017 que han sido las más fuertes y en el Master Final que saben sufrir y adaptarse a los ataques de sus rivales.
Dos grandes jugadoras, consagradas y en plena madurez de juego y resultados. Las Gemelas Atómikas se han llevado el título del último torneo del año por un doble 5-7 en el que les ha costado derrotar, y mucho, a Marta Ortega y Ariana Sánchez, dos luchadoras aguerridas que se han colado con algo de sorpresa en la final y que no han dado por perdida una sola bola hasta el último instante.
El partido fue un toma y daca constante, mil alternancias en el dominio, viéndose favorecidos ambos lados de la red. Empezaron mucho mejor Ari y Marta, rompiendo el saque de Mapi y asegurándose el suyo (2-0), mientras que las gemelas fueron a remolque en todo el primer set, dando la sensación de no estar muy cómodas, de pesarles las piernas tras el desgaste al que les sometieron Patty Llaguno y Eli Amatriain en la semifinal.
Así, con Martita jugando su partido más completo y acertado del año y con Ari apoyándole en todo lo que podía (no fue su mejor versión y no estuvo en ataque todo lo suelta que nos tiene acostumbrados), llegaron al octavo juego por delante (4-3) y ahí eclosionaron las Atómikas.
Rotura de las pupilas de Jorge Martínez para ganar el saque de Ortega y asegurar después el de Mapi (5-6). Afianzadas en la pista, las números uno comenzaron a ganar con mayor fluidez la red y sus piernas, esta vez sí, reaccionaban a sus órdenes y se movían ágiles, mientras que Marta y Ari aducieron esa falta de pegada y de consistencia para haber cerrado el set a su favor, lo que pesó mucho en el momento en que las hermanas de StarVie se hacían con el juego definitivo que les confería el primer parcial (5-7).
En el segundo, la dinámica apenas cambió. Martita siguió haciendo batalla por su cuenta (muy sola en ciertas ocasiones) y Ariana no terminaba de encontrar esas sensaciones positivas y eso fue la nota determinante para que Mapi y Majo se pusieran por delante (2-3) y ya no perdieran esa diferencia, sino que la aumentaron hasta el 2-5.
Contra las cuerdas la madrileña y la catalana, tiraron de pundonor y calidad para igualar a 5 pero les terminó por faltar gasolina y claudicaron con dos juegos seguidos e idéntico luminoso (5-7).
Hay que felicitar a Mapi y Majo por su título de Maestras, una culminación dorada a una temporada que ha sido magnífica para ellas con el número 1, ocho torneos en su haber (ahora 9) y una supremacia y diferencia enorme respecto al resto, pero también a Ari Sánchez y Martita Ortega, quienes han terminado el año como lo empezaron, en una final, aunque esta vez no han podido conseguir el título.
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