El seleccionador nacional, Jon García Ariño, dejaba para la Federación Española de Pádel sus impresiones tras el sorteo de la fase de grupos del Europeo de Portugal, donde España parte como una de las favoritas.
El combinado nacional quedaba enclavado, en categoría masculina, en el grupo B junto al Principado de Mónaco, Suecia y Suiza, siendo, en teoría, el país escandinavo el rival más complicado.
«En la última jornada, el miércoles a las 19:30 horas contra Suecia, se debería resolver el liderato del grupo contra un país con una buena estructura federativa y con un nivel deportivo que comienza a despegar, como así lo demostraron ayer en la jornada inaugural en los encuentros de Parejas Nacionales».
Tal y como mencionan en la web de la FEP, el seleccionador admite que poco a poco el nivel va aumentando, y que cada vez el cerco del resto de países se aproxima más, existiendo una gran clase media de combinados que pueden dar muchas sorpresas, «nada que ver con el que hemos podido observar en ediciones anteriores».
No cabe duda que, dado el plantel que presenta España, se pueden hacer varias combinaciones a la hora de elegir pareja, de ahí que el seleccionador tenga mucho donde elegir: «Creemos que de momento lo más sensato es ver el estado físico de todos nuestros jugadores y velar por ellos en las formaciones que presentemos en esta primera fase de grupos del Campeonato de Europa por Selecciones».
Por su parte, Iciar Montes, su homónima en el combinado femenino, sí que tiene alguna duda más en cuanto al físico de algunas jugadoras como Gemma Triay, quizá todavía renqueante de la lesión que se produjo en el último torneo WPT.
«Durante el Mundial del año pasado vimos que muchos equipos incorporaban jugadoras del tenis al pádel que tenían un nivel bastante bueno. Puede que alguna jugadora que no conozcamos nos sorprenda y por ello hay que tener mucho respeto en la competición puesto que son jugadoras nuevas a las que nunca te has enfrentando y aunque a priori el nivel sea inferior al tuyo, no se tiene un patrón de juego ya establecido y eso siempre puede condicionar», comentaba.
El ambiente entre las jugadoras de la selección «es inmejorable”. Formar equipo es muy bonito y más aún pertenecer a la selección. Para ellas es un honor y también algo diferente, porque durante el circuito juegan individualmente con su pareja y son un mini equipo. Ahora, al formar parte de algo más grande, en el que además te sientes arropada, siempre es atractivo. Representar la camiseta de España influye positivamente de manera emocional».
Por último, la seleccionadora quiso dar un consejo a todos los menores que sueñan con representar el día de mañana a España: «Los menores deben vivir su vida con naturalidad. Tener el apoyo y no la presión de tu gente cercana es fundamental. Que se desarrollen y sigan estudiando si es posible. Sobre todo es importante que no se plateen retos a muy largo plazo. La competitividad se debe, en mi opinión, minimizar para que la persona se vaya desarrollando puesto que cambia mucho el mundo de los menores respecto al absoluto. Por supuesto esto no es algo matemático».
Foto y fuente: FEP
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