Son las dos jugadoras de sonrisa eterna, de trabajo infinito, de calma constante y de tranquilidad absoluta. Estos y otros adjetivos califican a la perfección a Patty Llaguno y Eli Amatriain, dos mujeres que este año han vivido una particular travesía por el desierto pero que, por fin, han anunciado su vuelta.
Con su pádel de globo y volea, de juego tranquilo pero preciso, conquistaron hace unos años el número 1 y desde entonces, se han mantenido siempre entre las tres mejores parejas; sin embargo, este 2017 no habían encontrado su camino hacia las finales y mucho menos hacia las victorias y, en los últimos torneos, habían perdido incluso el tercer y el cuarto puesto en el ranking tras no llegar siquiera a semis, pero parece que en este tramo final de temporada han recuperado la sonrisa.
Así, en este partido ante las número 1, Mapi y Majo Sánchez Alayeto, que además jugaban en casa y por ello no eran dos, sino prácticamente tres hermanas, sacaron su versión más novedosa, con su juego escalonado, una Eli que repartió magia y una Patty que esgrimió de nuevo esa muñeca prodigiosa que posee y vencer así a las grandes dominadoras del circuito en tres larguísimos sets (2-6, 6-3 y 7-6).
Tras un comienzo arrollador de las Atómikas, que dieron su mejor imagen en el primero, con su habitual pádel agresivo y contrarrestando el juego pausado de sus rivales con la electricidad que les caracteriza, Eli y Patty demostraron que nunca les puedes dar por muertas, que siempre están ahí y que, por mucha distancia que tengan en contra, resurgen cual ave fénix. Aunque Mapi y Majo volvieron a empezar con fuerza y con un break a su favor, Patty y Eli devolvían la rotura del servicio anterior para comenzar con una escalada imparable hasta el 6-3 con el que cerraban el set. En el tercero, igualdad en el inicio hasta que las chicas de Neki Berwig pusieron la directa y consiguieron margen en el luminoso, cortocircuitando el juego de las locales al aparecer Eli con su pegada y su versión más ofensiva.
Lo pudieron cerrar mucho antes Patty y Eli, ya que tuvieron bola de set y partido con 5-3 a su favor en el tercero, 40-30 y el saque, en dos ocasiones, pero las gemelas se agarraron a la pista, pelearon y obtuvieron el rédito necesario para seguir alargando la agonía.
Así, con alternancias constantes, se llegó al tie break, donde la dupla nº5 comenzó y terminó mejor, pasando del 0-0 al 4-1 y de ahí al 6-2 y al 7-3 que les confería el ansiado billete tras 2:48 horas de partido, el poner los dos pies en la final y volver a pelear por un título, instancia a la que han llegado en cada temporada y, como mínimo han conseguido un entorchado para sus vitrinas.
En la otra semifinal, apenas hubo dos jugadoras sobre la pista, pues las ganadoras de Granada, Gemma Triay y Lucía Sainz dejaron sin su habitual presencia en la final a Cata Tenorio y Marta Marrero (3-6 y 5-7). La menorquina y la catalana se pusieron en ambos sets con tranquilidad por delante, y supieron administrar la ventaja adquirida para jugar con ella, abriendo espacios y percutiendo sobre las debilidades de las adversarias.
Así, Gemma y Lucía demostraron su buen momento tras el excelente torneo anterior, y consiguiendo breaks esenciales en ambos parciales, volvieron a comprar el billete para pelear por el título, más que merecido, pues sobre la pista fueron mejores y estuvieron más metidas en el encuentro.
Habrá final inédita a partir de las 9:30 horas entre estas parejas, una que viene de ganar y la otra que aun no sabe lo que es hacerlo en este 2017. La emoción está servida y el duelo apunta a espectáculo. Hagan sus apuestas.
Fotos: World Padel Tour
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