Todo jugador de pádel recuerda algún contrincante que cojeaba o incluso se ha tenido que retirar de la pista con un dolor agudo en la planta del pie, eso si no lo ha sufrido él mismo. Se trata de una de las lesiones más temidas del pádel, la fascitis plantar.
La fascitis plantar se suele manifestar como un dolor en el talón. Este dolor se produce cuando la banda de tejido que sostiene el arco del pie sufre algún tipo de irritación e inflamación. Esta banda se denomina fascia y es la encargada de absorber y devolver la energía cuando el pie impacta en el suelo.
Si la fascitis plantar afecta incluso a individuos que no hacen deporte, es lógico que presente una gran incidencia entre los practicantes de pádel, donde el movimiento es continuo, saltos, giros y cambios de dirección que deben soportar los pies.
La causa de la inflamación suele venir motivada por un exceso de tensión en la fascia, que se puede dar por una mala pisada, un calzado inadecuado o un exceso de actividad. Es sobre estas causas sobre las que hay que actuar para prevenir o recuperar la lesión. En otras ocasiones el origen puede estar en un mal alineamiento del pie, en cuyo caso hay que acudir a un especialista para modificar esa alineación y evitar que el dolor se haga crónico.
La solución a este problema no es fácil y seguramente necesite de tiempo y nuevos hábitos en la pisada. Dando por hecho que se utiliza el calzado adecuado, una de las primeras soluciones que podemos probar es el uso de plantillas personalizadas. Este accesorio, al adaptarse a la forma de pisar de cada pie, amortigua y ayuda a corregir la presión sobre la fascia. El problema que tiene esta solución es el precio, ya que las plantillas personalizadas en ortopedia suelen costar entre 200 y 300 euros y no es asequible para el gran público.
Una forma barata de probar si esta es la solución adecuada es experimentar con las plantillas «autopersonalizables», una innovación de la empresa Biontech fruto de la investigación con materiales inteligentes. Se trata de unas plantillas biomecánicas realizadas con material a que, calentándolas durante 30 segundos en el microondas antes de usarlas por primera vez, al calzarlas son capaces de adaptarse a la forma de cada pie. Análisis biomecánicos revelan que con ellas se consigue aumentar la superficie de pisada hasta en un 44%, disminuyendo la presión sobre la fascia y corrigiendo la pisada. Como consecuencia, se consigue mayor estabilidad y menos presión sobre los puntos del pie en contacto con el suelo. Este material absorbe los impactos y reduce las vibraciones, por lo que las plantillas también ayudan a evitar lesiones en las articulaciones.
Visitar a un fisioterapeuta, aplicar hielo en la zona afectada y, sobre todo guardar reposo mientras se manifieste el dolor, son otras alternativas cuando se presenta esta molestia.
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