Padel Spain.- La eliminación en primera ronda del Mundial Open por Parejas, disputado en el Palau Sant Jordi, generó muchas dudas en torno a la nueva pareja que este año forman dos de las jugadoras más veteranas del Circuito. Los pocos torneos que las chicas jugarán esta temporada, unido al hecho de que nunca antes hayan compartido el mismo lado de la pista, hacía presagiar un año complicado para Icíar Montes y Cata Tenorio. Trabajadoras, luchadoras y muy constantes, en el Real Club de Barcelona completaron un torneo muy regular y dejaron claro que nadie debe ‘enterrarlas’ antes de tiempo.
Se esperaba un duelo vibrante, tenso, espectacular. No era para menos. Sobre la Pista Central, con el primer título de la temporada en juego, Carolina Navarro y Cecilia Reiter medirían sus fuerzas por primera vez con las que se perfilan como sus grandes rivales durante la presente campaña. Las grandes dominadoras del Circuito Femenino afrontaban un serio test y, desde luego, si esto es lo que nos espera a lo largo de 2012 sólo se puede decir una cosa: los aficionados están de enhorabuena.
Desde el primer minuto se vio que iba a ser un duelo de tú a tú, de poder a poder, en el que ninguna de las contendientes iba a dar un solo punto por perdido. Las vigentes número 1 del Mundo trataron de hacer valer su rol. Sus rivales no se dejaron intimidar en ningún momento. El resultado, un choque apasionante, maratoniano, que duró 2 horas y 38 minutos y que se resolvió tras la disputa de dos sets interminables.
En el primero de ellos, Icíar Montes y Cata Tenorio inclinaron la balanza a su favor tras hacer gala de su increíble fuerza mental en un tie break de infarto. Ya en la segunda manga, cuando todo parecía encaminado hacia una nueva muerte súbita, Montes-Tenorio dieron la campanada al lograr un break con el que estrenaron su palmarés como pareja.
¿Se abre un nuevo panorama en el pádel femenino? Aún es pronto para sacar conclusiones pero sí que parece que este año habrá un abanico de opciones y de alternativas que contribuirán a hacer que cada cita sea distinta, especial, imprevisible… Así pudieron comprobarlo en primera persona todos los aficionados que abarrotaron las gradas del Real Club de Polo de Barcelona, que ovacionaron con fuerza a unas nuevas campeonas que se marcharon de tierras catalanas con la sensación de haber saldado una cuenta pendiente.
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