Lo intentaron por todos los medios posibles los cuatro rivales de los finalistas del Valladolid Open y aunque lo entregaron todo en la pista, no pudieron evitar que, en tierras castellanoleonesas, volvamos a ver la final soñada, la que enfrenta a los números 1 y 2 del ranking.
La primera semifinal enfrentó a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez contra dos números uno argentinos. Pádel joven que ya es una realidad y una clara apuesta de futuro, pero también de presente, Juan Tello y Fede Chingotto. Conscientes de que el partido podía hacérseles muy largo, máxime teniendo en cuenta que llegaban con un claro desgaste desde previas, empezaron muy fuertes para intentar marcharse en el marcador y administrar esfuerzos, y rápidamente se pusieron 0-2 arriba.
En otros tiempos, Paquito y Sanyo podrían haberse marchado del primer set, ir al trantran o centrarse en remontar ya en el segundo, pero no ahora; su carácter ha cambiado, y también su pádel, y mucho más enchufados, recortaron el break de desventaja y volvieron a poner todo igualado para, entonces, asestar el golpe definitivo.
Cierto es que Chingotto defendía y movía la bola a su antojo y Tello por alto lo cazaba todo, pero la superioridad en el ranking y, especialmente la frescura, se notó, y ahí se agrandaron Paquito y Sanyo. Ambos cogieron las riendas del choque y ya no las soltaron hasta llegar a destino, la final, envueltos en el calor del público tras un segundo set en el que el dominio fue todavía mayor. No obstante, hay que aplaudir a Tello y Chingotto, dos valores que ya cuentan con el respeto de los grandes y cuyo crecimiento, a pesar de la derrota (6-4 y 6-1), no parecer tener límites.
Algo más tuvieron que sufrir Fernando Belasteguín y Pablo Lima para dejar fuera a Matías Díaz y Maxi Sánchez (6-7 y 4-6). Partido de batalla en cada esquina, con cuatro jugadores rocosos que no dan nada por perdido y que se calcaban los golpes, en un intercambio frenético por ver quién mordía antes la lona.
Ninguno cedía su saque en el inicio y el ritmo era alto, tanto que en 45 minutos, el marcador iba 6-6 y hubo que irse al tie break para poder decidir al dueño del primer parcial, un tie break que llegó también con todo parejo al 5-5 y que se decidió por dos bolas con mala fortuna para la dupla nº3.
Con él en el bolsillo, Bela y Lima salieron algo más acertados en el segundo, o al menos con la mente más clara y la mano más suelta, mientras que el Tiburón y el Guerrero no encontraron los mismos huecos que al principio, y quizá más el desgaste mental que el físico, les pasó factura, si bien siguieron martilleando una y otra vez en pos de abrir las defensas de los Depredadores, pero Bela se encargó de no dar más opciones y finiquitar el partido para llegar a una nueva final en tierras pucelanas, y hacerlo ante sus máximos rivales.
Este domingo, no antes de las 11, tendremos el desenlace masculino con la gran final entre Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez ante Fernando Belasteguín y Pablo Lima ¡Suerte!
Fotos: World Padel Tour
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