En PadelSpain hemos tenido la suerte de poder hablar con Francisco Baquero, profesor titulado de pádel especializado en pádel adaptado, quien nos ha contado los pormenores de este deporte y cómo se encuentra su situación.
Os recomendamos no os perdías esta primera parte porque cuenta muchas situaciones interesantes que ocurren cada día en el sector y contra las que habría que luchar para que el pádel fuese cada vez un mejor deporte.
PadelSpain: ¿Cómo nació tu afición por el pádel y, sobre todo, por el pádel adaptado? Aquí cuéntame un poco qué titulación posees, cuanto tiempo llevas y todo eso
Fran Baquero: Mi afición por el pádel nació de manera espontánea, ya que siempre he competido desde pequeño a otro deporte que no tiene nada que ver, como era la Pelota Vasca; además, en la máxima categoría siempre y con grandes compañeros como es el actual presidente de la FCP, Pedro Hernandez, gran amigo y gran jugador antes y ahora. El caso es que siempre he trabajado en turismo y metido en un despacho hasta que un día empece a jugar en una pista que tenemos en casa, en la urbanización donde vivo, y mis amigos me animaban a que me dedicase a enseñar y jugar ya que siempre les decía cosas. Total, que empecé a estudiar y me saqué las titulaciones por la FEP de monitor nacional y después ya no pude parar hasta que me saqué la titulación por la FEP de entrenador nacional, y eso conllevaba que para aprobar teníamos que presentar un trabajo aparte, por lo que yo opté por el pádel adaptado, ya que veía que nadie ni hablaba ni se preocupaba; mis compañeros y entorno fliparon, pero no paré hasta conseguirlo y estuve tres meses trabajando cada día en la pista de casa con una silla que me dejaron, y escribí un libro (Método de enseñanza de pádel adaptado en silla de ruedas), lo que me sirvió para aprobar.
Salía cada día de la oficina y me iba a casa y cambiaba la corbata por el chándal, y genial la verdad, por lo que segui metido en ese mundo. Después me fui a Madrid a hacer un curso de pádel adaptado para discapacitados físicos, psíquicos y sensoriales, un mundo aparte pero que existe y es la realidad oculta que nadie quiere ver.
Después de todo esto, pensé que era el momento de seguir adelante, ya que mi pasión era entonces y sigue siendo, enseñar y entrenar , lo llevo dentro y es mi vida actualmente, por lo que al final monté mi propio club, pero tuve la mala suerte de topar con gente muy mala y que no me imaginaba yo que existiese y truncaron mi sueño y tuve que salirme de mi propio club.
LLevo enseñando y entrenando diez años, y jugando , algo que ahora casi no hago porque no es compatible, pues igual quince.
Mi interés por el pádel adaptado sigue creciendo cada día porque veo que muchos clubs ni siquiera están adaptados para este tipo de personas, las cuales han sido muchas de ellas como nosotros hasta que, por enfermedad o accidente, su vida cambió, pero eran deportistas y muy buenos, y ahora no pueden ir a la mayor parte de los sitios sin encontrarse obstáculos mil para acceder, o simplemente jugar porque nadie organiza nada
PS: ¿Dónde desarrollas tu actividad y qué demanda hay en la actualidad de monitores para chicos con necesidades espaciales?
F.B.: Yo tengo la suerte de trabajar con ellos en las instalaciones del Can Olímpico de Cataluña, que son perfectas y pensadas para ellos en todo momento, y eso la hace todo mucho mas fácil.
Demanda de monitores para estos colectivos, que yo sepa ninguna, pero no quiere decir que no la haya, lo desconozco, yo simplemente sigo adelante a nivel particular sin mirar si los demás se preocupan.
PS: Se dice que el colectivo de los monitores posee mucha saturación e intrusismo con gente que tiene título pero no sabe enseñar bien o no tiene ni nivel, ¿Opinas lo mismo?
F.B.: Por desgracia es el cáncer de nuestro colectivo y así es, todo el mundo da clases de pádel y dice que es entrenador, algo que no es cierto, un monitor enseña y un entrenador entrena al que ya sabe jugar, pero ya te digo, por desgracia conozco grandes jugadores que ejercen de profesores o como los quieras llamar y que no tienen ningún tipo de titulación, y no saben explicar como lo hacen, también conozco que sí la tienen, y trabajada, y enseñan y hacen su trabajo muy profesionalmente, pero somos pocos y da mucha rabia porque luego llegue cualquiera y se meta en una pista a tirar bolas «pasabolas» , así se les denomina pero es lo de siempre, se sacan unas pelillas y al club que los contrata les va perfecto, pero… ¿quién es el gran perjudicado? el cliente, que se le está engañando y se le está cobrando un dinero por un servicio que no se le da, es como ir a un restaurante de cinco tenedores y que te den comida de uno o de dos.
A mí me viene gente que ha pasado por otros clubs y que han hecho hasta veinte clases y no saben ni coger la pala, o cosas básicas como una pared lateral o doble, no saben ni cómo tienen que colocarse, de pena, la verdad, cuando te paras a pensar te desanimas y mucho porque para tí es tu trabajo y tu pasión y ves cómo se va deteriorando cada vez más, y claro , cada vez tenemos menos trabajo por desgracia. Rabia, mucha rabia, porque no es justo y no debería pasar y se debería poner freno para que nadie siga engañando a nadie tirándole bolas y que sude y no aprenda nada.
PS: ¿Qué satisfacciones encuentras en trabajar con chicos y chicas discapacitados?
F.B.: Las máximas que pueda haber porque lo dan todo y tienen un espíritu de superación brutal, no dejan ni un solo día de luchar contra el mundo; como he comentado antes, solo encuentran obstáculos alá donde van, así que es un continuo superarse y eso te hace a ti más fuerte y con más ganas de trabajar con ellos, son muy importantes en mi vida y más bien me ayudan y me enseñan ellos a mí, que la vida hay que vivirla cada día a tope y mirando hacia adelante y que nada ni nadie puede con ellos, soy afortunado de conocer gente como ellos, todos tienen una historia detrás nada fácil de asimilar pero sí digna de admirar.
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