Llega el momento de probar, el de descubrir este deporte. Sí, vale que has jugado algún partidito con amigos con mejor o peor fortuna pero has visto que el pádel te gusta y quieres tomártelo en serio. Si has pasado por esto y vas a empezar a recibir clases, te recomendamos que leas este artículo de Chechi Brescia, monitor de adidas padel.
En el texto, Brescia nos cuenta cómo hay que recibir esa primera clase, esa toma de contacto que para muchos significará proseguir o no con las enseñanzas, por lo que la primera impresión es más que importante.
A través de pequeños consejos, nos va a descubrir cuáles son los temas que hay que tratar en el primer contacto con tu profesor, por lo que os dejamos con el artículo.
La presentación a nuestro monitor
El punto de partida para saber cómo recibir tu primera clase de pádel es la presentación a tu monitor/entrenador. Si es que aún no lo conoces, es fundamental. A parte de tu nombre, debes hacerle saber si es la primera vez que juegas al pádel o desde cuándo estás jugando. Si has participado en algún tipo de torneo ya sea liga o de fin de semana. El por qué quieres dar clases, si es por mejorar tu nivel o por realizar algo de actividad física en tu vida diaria. Y por supuesto si tienes algún tipo de dolencia física que debamos tener en cuenta antes de comenzar la clase.
Estos datos son fundamentales para que tengamos nosotros, como entrenadores, una idea rápida de tu posible nivel. Qué dificultad podemos plantear en esta primera sesión, si el enfoque es lúdico o competitivo; y qué ejercicios debemos evitar con respecto a tus limitaciones técnicas y físicas.
Reglas básicas de juego
Si ya eres jugador, las reglas y normativa básica las conoces, y otras reglas más complejas como el saque al pico, la «bola huevo» o cuando se está permitido impactar la bola invadiendo el campo contrario, las irás descubriendo poco a poco conforme vayan apareciendo en las clases.
Si es la primera vez que juegas, debes saber que no puedes dejar botar la bola en tu campo más de una vez y que tu golpe es válido siempre que la bola bote primero en el suelo del campo contrario antes que en la valla o cristales. Suficiente para empezar.
Empuñadura
En el pádel siempre usamos la empuñadura continental: como si estuvieras cogiendo un martillo o estrechándole la mano a alguien. Esta empuñadura se recomienda no cambiarla si no tienes un nivel alto de juego. Debido a la velocidad del juego, es conveniente jugar todos los golpes tanto en el fondo de la pista como en la red con la misma empuñadura.
Un deporte de porcentajes
Es importante que sepas que el pádel es un deporte de porcentajes: la pareja que suele ganar el partido es la que menos errores comete y la que más tiempo tiene la posesión de la red. Por lo que adquiere vital importancia aprender que cuando estamos en el fondo de la pista, el principal objetivo es quitar la red a la pareja contraria y de esta forma, mejorar nuestra posición. Recuerda:
En pádel, el mejor ataque es un buen globo.
Por esta razón, en la mayor parte de los ejercicios que realizaremos en las clases de pádel, se combinarán golpes en el fondo de la pista y golpes en la red. De esta manera asimilaremos antes la importancia de la posesión de la red y la dinámica habitual del punto en nuestro deporte.
Encontramos tres zonas de juego principalmente:
Fondo de pista: Donde la colocación es en medio de cada cuadro y un paso detrás de la línea de saque. En una posición en la que podamos llegar cómodamente tanto a las bolas que van al centro de la pista como las que van hacia nuestra pared lateral. Consejos: Intenta nunca estar posicionado pisando la línea de saque y como truco para aprender qué bolas se dejan pasar a pared de fondo y cuáles no: si bota antes de la línea golpéala sin pared, y si bota detrás de la línea déjala rebotar en la pared.
La red: Esta posición debe ser a 2 metros aproximadamente de la red. Con espacio suficiente para realizar un gesto de volea correcto sin estar montado encima de la red y que seamos fáciles de pasar con un mal globo. La movilidad en la red es muy particular, ya que se aconseja mover en pareja como si fueseis dos muñequitos de fútbolin. Es decir, la distancia máxima entre los compañeros debe ser de 3/4 metros. Siendo así, dependiendo de donde esté la bola deberéis de orientaros:
Si la bola está en el centro: ocuparéis la zona central de vuestro cuadro.
Cuando se encuentra en uno de los lados: El jugador del paralelo tapa el hueco paralelo y el jugador que está en cruzado, tapa el centro de la pista. Si el contrario es capaz de meter la bola en el hueco cruzado, se le aplaude.
Zona de transición: es la posición intermedia entre la línea de saque y la posición en la red. En esta zona no tendremos ventaja en ninguno de los golpes; ni jugaremos bien con la pared, ni estaremos cómodos para definir en la posición de red. Por lo tanto esta es una zona donde debemos pasar el menor tiempo posible. Asimílalo: “Si no tienes la posesión de la red, tu comodidad está en el fondo de la pista”.
El juego estructurado
Llamamos juego estructurado al sistema de elección de dirección de los golpes según el espacio libre generado en el campo contrario.
Debemos entender el campo contrario como tres zonas: la zona revés, de derecha, y el centro; y debemos dirigir la bola siempre al espacio libre.
Por ejemplo, en el caso de la primera bola que jugamos al subir después de un saque, el espacio libre sería el centro de la pista, por lo que esa será la dirección de nuestra volea; un jugador contrario deberá desplazarse a golpear esa bola generando así un espacio en su lado original. Por lo que esa será la segunda dirección y así sucesivamente para mantener la iniciativa del punto. Aprovechar los espacios generados.
Dentro del juego estructurado, también debemos señalar que Jugar cruzado es más seguro debido a que hay menos margen de error (la distancia es mayor); y que la zona del centro es la que tiene más valor en el desarrollo del juego. (Puede crear confusiones entre los contrarios a la vez que es la zona que menor riesgo conlleva para tu juego).
Conclusiones de cómo recibir tu primera clase
Con estos consejos ya tienes una buena base sobre los contenidos teóricos-prácticos fundamentales que debes recibir en tu primera clase. Tu primera clase no se puede basar en estos contenidos; esta información se debe otorgar en los primeros 10 minutos como máximo. A partir de ahí, a tocar bola y a terminar jugando tus primeros puntitos.
Y a ti como monitor/entrenador, no olvidemos que esta es la base de la pedagogía de nuestro deporte. Basándonos en estos contenidos debemos justificar cada ejercicio de nuestras sesiones. Si de estas instrucciones, el alumn@ puede asimilar al menos uno, eso que ya habremos ganado para la siguiente clase.
Espero que algo de lo que te he contado, te haya servido y puedas ponerlo en práctica tanto en tus clases como en tus próximos partidos de pádel.
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