El periodista Óscar Solé, gran amante de este deporte y conocedor de los jugadores, no ha querido perder la ocasión de comentar la gran final del Master Final de World Padel Tour.
Sin duda alguna, es una de las grandes opiniones del pádel, por lo que no queremos dejar pasar la oportunidad de que conozcáis sus valoraciones no solo del último partido, sino del torneo en general.
Además, queremos aprovechar la ocasión para agradecerle su participación como miembro del Comité Asesor de nuestros PadelSpain World Padel Awards 2016 y que nos haya ayudado a elegir a los cinco finalistas de cada categoría.
Os dejamos con sus comentarios.
El final de temporada tal vez no haya sido el deseado, con más estrellas en el quirófano que en la pista, pero eso poco importa a los amantes del pádel que pudieron disfrutar de un gran espectáculo, principalmente el que nos ofrecieron las chicas…
En medio de tantas ausencias, quienes brillaron fueron Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez. El sevillano pudo levantar su primer torneo de Maestros junto al mágico puntano, en una final donde volvieron a faltar los actores principales, Fernando Belasteguín y Pablo Lima.
Por segundo año consecutivo el brasileño debió abandonar en una semifinal de un Master, esta vez por culpa de una infección renal que lo tuvo a mal traer desde principios de mes y que se agravó con el esfuerzo de los tres días de alta competición, donde hizo lo que pudo para llevarse las tres victorias.
Sin desprestigiar a ninguno de los participantes, que por méritos propios llegaron a la gran cita del año, es indudable que al Master le falto un poco de «chicha» como se dice habitualmente. Sin la magia de Juan Martín Díaz, sin las virguerías de Franco Stupaczuk y sin la potencia de Agustín Gómez Silingo y Ramiro Moyano, el torneo perdió un poco de fuerza.
Los que quedaron, la mayoría jugadores del drive, tuvieron que acoplarse a lo que saliera. Por eso Tito Allemandi sufrió mucho en su primer partido en la posición de revés junto al debutante malagueño Álex Ruiz. Tal vez más fácil lo tuvieron Cristian Gutiérrez y Maxi Grabiel, que ya habían sido pareja aunque sin muchos éxitos.
El interminable Marcello Jardim tuvo que volver al revés, pero el brasileño juega bien en todas las posiciones y eso lo agradeció el otro que se estrenaba, Lucho Capra.
En medio de esta «ensaladilla rusa» no había dudas que las cuatro primeras parejas llegarían a la definición. Y cuando todos esperaban una nueva final entre las dos mejores, el «termómetro» hizo calentar el ambiente con el abandono de Pablo Lima. Más no se le podía pedir a este fuera de serie.
Lo único destacable de esa primera semifinal fue la ovación que se llevó el «eterno número 1», Fernando Belasteguín. El siempre cuestionado jugador de Pehuajó, a ese que aun silban en varios estadios, al que todavía muchos se niegan a reconocer como el mejor jugador de todos los tiempos, metió la pala a puro reflejo ante un «bombazo» de Lamperti y se llevó el punto, mientras el canoso bahiense lo miraba con incredulidad y sólo atinó a responder al abrazo de su rival, mientras el público deliraba en las tribunas y Bela por fin se sentía querido, agradeciendo con sus brazos al cielo.
En la otra semi, la balanza se inclinó a favor de Paquito y Sanyo ante Matías Díaz y Maxi Sánchez. Fueron ellos sus primeros verdugos en Gijón, repitieron en Zaragoza y Mendoza, pero esta vez los número 2 del mundo no se dejaron sorprender. Sabían que tenían ante sí la gran oportunidad de acariciar el título, ese que cosecharon menos de 24 horas después ante Miguel Lamperti y Juani Mieres.
Fin de una temporada marcada por los cambios en todos los sentidos, salvo en uno, en el deportivo, donde Bela y Lima volvieron a confirmar que no tienen rivales. Un solo partido perdido en todo el año, en Valencia, y 13 títulos más para el desorbitado palmarés.
Ahora en el final, permítanme sacarme el sombrero ante quienes dieron el gran espectáculo en este Master… las chicas. Esas que reclaman más protagonismo, más premios, más espacio… se lo tienen merecido. Si bien otra vez las dos mejores parejas llegaron a la final, hubo partidos espectaculares tanto en la fase de grupos como las dos semifinales.
Marta Ortega y Ariana Sánchez nos han demostrado que ya no son las «niñas», que ya son mujeres dispuestas a pelear bien arriba. Gemma Triay y Lucía Sainz tuvieron una temporada que ni ellas soñaron y la final del Master se les escapó como arena entre los dedos. Y las finalistas dejaron claro que la pulseada continuará en 2017…
Marta Marrero y Ale Salazar les «robaron» este año el número 1 a las gemelas Sánchez Alayeto, pero como venganza Majo y Mapi les arrebataron el título de maestras que sus rivales habían obtenido en 2015.
El 2016 ya es historia. Merecido descanso para todas las estrellas de este bendito deporte y a recargar energías para un 2017 que promete muchas emociones en todos los ámbitos y que seguiremos analizando le pese a quien le pese…
Muchas felicidades y… PUNTAKO amigos!
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